Una creación periodística de Luis Pedro Toni

¿Planean boicotear el próximo filme de Woody Allen?

Al director acusado de abuso se le podría terminar el reinado. Amazon Studios estaría dudando apoyar el siguiente estreno.

El tiempo en que Woody Allen era objeto de admiración incuestionable, se terminó. El movimiento #MeToo que invita a las mujeres famosas y anónimas a visibilizar viejos casos de acoso y abuso, está taladrando fuerte en las altas esferas de Hollywood. Adiós a la impunidad. Y Allen podría perder su trono.

Woody ya no es intocable. Así como no lo es ningún poderoso involucrado en maltrato o acoso a mujeres (el productor Harvey Weinstein a la cabeza), el director nacido en Brooklyn, atraviesa un fuerte cuestionamiento. ¿Su talento puede “tapar” sus comportamientos? ¿Por qué se lo apoyó con tanta fuerza durante décadas a pesar de las aberraciones que lo involucran?

Desde Amazon Studios se plantean no estrenar la próxima película del realizador, porque el repudio público hacia él es cada vez mayor. Por otro lado, si el filme fuera estrenado, un grupo de detractores (que ya acciona en redes sociales) invita a boicotear el estreno, convoca a escraches y a “debilitar” la figura de “un hombre que juega a ser inocente”.

Además, existe una enorme lista de actrices que juraron no volver a trabajar con él. Desde Natalie Portman a Mira Sorvino, Colin Firth, Greta Gerwig, Susan Sarandon, Reese Witherspoon, Rebecca Hall, Rachel Brosnahan o más recientemente Timothée Chalamet, estas mujeres prometieron no aceptar nunca más un rol en sus películas, en solidaridad con las acusaciones de Dylan Farrow, que asegura que su padre adoptivo abusó de ella cuando tenía 7 años.

Woody ya tiembla. En los últimos días, en un teatro de los Estados Unidos se canceló un musical inspirado en su obra. El Goodspeed Opera House de Connecticut informó que reemplazaría “Bullets Over Broadway”, una adaptación a su filme de 1994. “Woody Allen, ha sido objeto de un escrutinio creciente”, explicó el director ejecutivo del teatro, Michael Gennaro.

En Amazon Studios hay debates de horas y días. A Rainy Day in New York, filme que financia íntegramente la productora (costó 25 millones de euros), podría quedar “congelado”. El principal interesado en la compañía, Roy Price, tuvo que dejar la presidencia de la productora en octubre, acusado de abusos sexuales.

La película, un drama a estrenar este año, escrito y dirigido por Woody Allen, tiene entre sus filas a Timothée Chalamet, Selena Gomez, Elle Fanning y Jude Law.

Cuando se destapó la ola de abusos y acosos cometidos por el productor Weinstein, Allen opinó sobre el tema: “Es trágico para las mujeres que tuvieron que pasar por esto y para Harvey Weinstein que tuviera una vida tan retorcida. Una historia triste sin ganadores”, declaró. Tres meses más tarde, al legendario actor, escritor y director parece llegarle su hora, tras 25 años perseguido por el escándalo.

Una triste historia

Farrow acusó a Allen por primera vez en 1992. Meses antes quedaba al descubierto la relación entre Allen (entonces 55 años) y la hija adoptiva de la actriz, Soon-Yi Previn, de 20. Hubo investigaciones independientes, pero no se encontraron pruebas contra Allen.

Periódicamente las acusaciones, siempre negadas por el director, volvían a surgir. La “sombra” nunca detuvo al realizador. Produjo una película al año, incluso en tiempos de crisis.

Galardonado con cuatro Oscar, los aplausos se multiplicaron. A los productores hollywoodenses no les importó la gravedad del caso y el silencio reinó por décadas.

La semana pasada, Dylan Farrow describió detalles del supuesto abuso. La cadena CBS emitió la entrevista a la hija adoptiva de Mia Farrow y Woody Allen. A los 32 años, ella contó cómo el director habría abusado de ella cuando tenía apenas 7.

“Con tanta gente valiente rompiendo el silencio, sentí que era importante sumar mi historia a las de ellos porque es algo con lo que he lidiado por mucho tiempo”, dijo Dylan. “Me llevó al ático y mientras yo jugaba con el tren fui sexualmente abusada”, detalló.

“Caza de brujas”. Así le llaman en Hollywood a este movimiento que quiere hacer “justicia” con el escarnio público. La “caza” parece ir por ese señor llamado Allan Stewart Königsberg que fue venerado en el mundo por su lucidez. Es tiempo de dejar de hablar de su cine, para poner bajo la lupa su moral. (Clarín)