El renovado espacio cultural estará dedicado completamente al stand up. Con Sebastián Wainrach y Dalia Gutmann como padrinos, su nueva programación arrancará a partir del próximo 14 de marzo
Con casi un siglo y medio de vida, el Teatro Liceo es el más antiguo que se mantiene hoy en pie sobre la ciudad de Buenos Aires. Sin embargo, lejos de perder su encanto histórico, la sala se renovará y aggiornará más a estos tiempos a partir del próximo 14 de marzo, cuando se convierta en el “Liceo Comedy”, el primero de de sus características en la región dedicado exclusivamente al stand up.

El lanzamiento fue anunciado este mediodía ante la prensa por Gustavo Yankelevich y Lino Patalano, siendo este último el encargado de revelar los motivos que los llevaron a la creación del nuevo espacio cultural.

“Notamos el éxito de espectáculos como los de Sebastián Wainraich, Dalia Gutmann y Juampi González, entre muchos otros, y quisimos reunirlos en un mismo escenario. Un género teatral tan disruptivo como el stand up se podrá ver en el Liceo, el teatro con más historia y trayectoria”, expresó el reconocido director y productor teatral.

“Buscamos nuclear a todos los exponentes de la comedia y crearles un sitio de pertenencia, donde los más conocidos y exitosos puedan desarrollar sus temporadas y los que se inician cuenten con una posibilidad más para expresarse”, agregó.

Además, Patalano resaltó que el espacio cultural contará con referentes de un género que tiene todo lo que público joven quiere ver en escena. “Gente desestructurada que les hable en su mismo idioma de los aspectos cotidianos que más les preocupan, enojan o divierten”, explicó.

Con Sebastián Wainraich y Dalia Gutmann como padrinos, el teatro albergará también a espectáculos como Solo en casa (con Martín Pugliese), Los Otros (de Magalí Tajes), Liberate, de Lizy Tagliani; Soltero, de Juampi González; Nini y Yo, de Jorgelina Aruzzi; Ricardo Quevedo y Bobby Comedia y Las amigdalas de mis amigdalas son mis amigdalas.

Vale recordar que, tras su creación en 1872, el Teatro Liceo pasó por varios nombres hasta que en 1918 adquirió el que permaneció hasta estos días. En 1986 fue declarado “Testimonio vivo” de Buenos Aires por el Museo de la Ciudad y siete años después fue adquirido por Carlos Rottemberg, durante cuya administración se le renovó la iluminación a los frescos del cielo raso y se refaccionaron otras áreas.

En tanto, uno de los récords históricos del teatro fue la obra Salsa Criolla, de Enrique Pinti, que se mantuvo diez años en cartel con las mejores críticas y más de 3.000 funciones.