Una creación periodística de Luis Pedro Toni

Pity Álvarez: “Me sentí estafado, usado y engañado”

El cantante se refirió a los incidentes de su último show en Tucumán, al que llegó siete horas tarde, lo que provocó que fanáticos prendieran fuego el escenario.

Cristian “Pity” Alvarez, cantante de Viejas Locas, aseguró sentirse “estafado, usado y engañado” en su último show en San Miguel de Tucumán -cuya suspensión derivó en que un grupo de fans prendiera fuego el escenario-, se desligó de responsabilidad por la no devolución del precio de las entradas al público y ofreció dar un show gratuito a beneficio en la provincia.

Alvarez, de 45 años, decidió hablar en forma pública por primera vez tras su fallido recital del sábado 7 de abril en el club Argentino del Norte y resolvió hacerlo a través de una carta escrita que eligió difundir en forma exclusiva a través de la agencia Télam, donde culpó al productor del espectáculo, Lucas Matías Salinas.

“Al regresar de Tucumán no tuve dudas que fui estafado, usado y engañado. Estuve varios días en la cama sin ganas de salir, escuchar ni ver a nadie; con una angustia, impotencia, depresión, no sé, un sentimiento que no puedo explicar con palabras. Me llevó este tiempo poder salir de esto y ahora que estoy mejor, quiero decir que si en alguna forma soy culpable, fue por ser tan ingenuo y confiar tanto en las personas”, comienza la carta pública del cantante.

El show previsto en Argentino del Norte estaba anunciado para las 23 de aquel sábado; sin embargo, no fue hasta las cinco de la mañana, tras seis horas de espera, que el público pudo ver a Álvarez sobre el escenario.

A la 1.30 los organizadores pusieron en las pantallas gigantes del estadio un video grabado con un celular donde Álvarez se excusaba con sus seguidores: “Chicos, tuve un problema gravísimo. Se los puedo contar en un ratito, puedo llegar en una hora y media, estoy en Buenos Aires yéndome en un avión privado que me va a llevar directamente”.

A las 4.30 el público seguía sin novedades del paradero de Álvarez y algunos fans empezaron a golpear la cabina de sonido. Cuando la organización decidió llevarse los equipos, los espectadores prendieron fuego los racks donde se trasladaban parlantes, consolas y elementos de la torre de sonido.

Pity finalmente apareció a las 5 acompañado en el escenario por personal de seguridad. El público lo insultó y le arrojó objetos.

El productor, Lucas Salinas, rápidamente aclaró que será imposible devolverle el valor de las entradas al público porque, dijo, está pagando “todas las cosas que le correspondía pagar a Pity Álvarez”, a la vez que señaló que la clausura bromatológica que sufrió el estadio en los días previos al recital “en parte también fue por culpa de Pity”.

“Yo estuve una semana en Buenos Aires porque él quería verme y nunca me atendía. Al final, me volví para tratar de solucionar el tema de la clausura”, alegó.

Ahora el cantante de Viejas Locas dio su versión, tras el consejo de su abogado Sebastián Quejeiro, y se presentó como “víctima y damnificado” del productor y se compadeció de la situación del público.

“La causa del problema fue de dinero y que el predio donde se realizaría el evento no estaba habilitado. Soy claro cuando hablo. No me gusta la gente que miente y oculta cosas”, explicó Pity.

“Después de cerrar con Lucas Salinas todos los detalles de la segunda presentación con Viejas Locas en el club Argentino del Norte; empezamos bien pero semana a semana aparecían anomalías y problemas (…) decidí mandar al jefe técnico de mi staff para que me informe en que estado se encontraba todo, quien al llegar notó lentitud, inexperiencia y poco profesionalismo”, asegura el texto.

Y concluye: “No estaban a la altura de la magnitud del show que se estaba por realizar. Incluso nos enteramos por las redes que existía una venta de entradas en el local ‘La Rockería’ no autorizada por la banda”.

“Hasta último momento (Salinas) siguió fabulando con que estaba todo en regla; pero aproximadamente a las 19 me informaron que al lugar le faltaba una habilitación. Lo peor de todo fue que ya era muy tarde para informar al público y a la banda que el show no podía realizarse”, fue la explicación sobre la secuencia de aquella noche.

Alvarez finalizó su documento público con una invocación a las autoridades de Tucumán para organizar un show gratuito y “a beneficio de los hogares de niños de la provincia”.