El estreno de “Soledad”, el film ecoterrorista de Agustina Macri
Por razones obvias, hay un cuidado especial en la rueda de notas previa al estreno de Soledad, primer largo de Agustina Macri, realizadora, 36 años. Se advierte, con tiempo, que no dará entrevistas
sola, aunque otorgó algunas para medios escritos. Tanto en ellas como en en la que concedió a este sitio, parece claro que Agustina prefiere hablar de la película, y que lo personal será un comentario al pasar, una respuesta dada por educación, de una brevedad que se esfuma en el aire.
Basada en el libro Amor y anarquía, de Martín Caparrós, Soledad es la historia de la militante anarquista Soledad Rosas. Una adolescente de clase media porteña que paseaba perros y estaba buscándose. Que en un viaje a Europa conoció la comunidad anarquista de Turín, que ocupaba edificios abandonados y peleaba contra la instalación de un tren de alta velocidad. Que se enamoró y decidió quedarse. Encarcelada y acusada de ecoterrorismo, Soledad se suicidó, a los 24 años, mientras cumplía arresto domiciliario, en 1998.
La película de Macri, con Vera Spinetta en el rol central, es un más que correcto relato de esa vida breve. Se filmó en Italia y en Montevideo, la Buenos Aires de décadas pasadas en la ficción. Y está mayoritariamente hablada en italiano, una decisión que -además de que se trata de una coproducción con ese país- habla del rigor, la sobriedad y la sensación de respeto por el material, que respira la película. A Macri le interesaba acercarse, con las herramientas del cine, a los hechos que cuenta. Y le preocupaba -en sus palabras- ser respetuosa con el dolor de la familia, el que atraviesa el periplo de su protagonista.
“Ante todo siento que mi responsabilidad era con la familia, con Sole, con Baleno, con los anarquistas -dice-. Quise tratar estos hechos reales con mucha responsabilidad. El libro fue un instrumento. Y luego fui incorporando muchos otros instrumentos, como otra versión de la historia que existe en Italia, escrita por un anarquista, y todo el material de archivo que existía, que me ayudó mucho, estudiar, sacar muchos elementos de ahí. Hubo cosas que estaban en el libro solo en español, porque se reeditó en Italia ahora, e hicimos un trabajo, con Giulio, de tomar una de las cartas que él le había escrito a Sole y la tradujimos juntos y la trabajamos para que fuera parte de la escena. Entonces, el libro es un instrumento maravilloso, muy rico en todo sentido, pero creo que decir que, en una historia real uno se agarra solamente a un libro, es poco. Me importaba ser fiel a los hechos porque para mí fue muy fuerte tomar una decisión tan intuitiva y después darme cuenta de que esta historia movía tantas capas de amor pero también de dolor. Hay mucho dolor detrás de esta historia, yo creo que lo vivimos siempre con mucha responsabilidad. Y confiamos, sobre todo en el proceso que hicimos con Vera, de que también tiene que ser liberador. Ojalá”.
Vera Spinetta encarna a la anarquista Soledad Rosas en el film “Soledad”, de Agustina Macri.
Agustina habla con TN.com.ar junto a Spinetta y a Giulio Maria Corso, que interpreta a Baleno, el amor de Soledad en el film: “Ella es una valiente -dice Vera, sobre su personaje-, una chica que buscó su libertad, se conquistó a ella misma, esa era su búsqueda principal, su anhelo. Siempre estaba buscando su lugar en el mundo”.
¿Porqué hacer esta historia, qué te pegó de Soledad?
Agustina: Me cuesta encontrar razones por las cuales no hacer una película. creo que ella, su personalidad, su fuerza, su búsqueda, su espíritu, todo indicaba que era alguien a la cual le daría la mano y querría viajar. Y la historia tiene todos los condimentos. Leí el libro y fue como bastante inmediato, de hecho las primeras páginas me impactaron mucho, tenía la sensación de ya estar viajando con la cámara. Creo que la manera en que Caparrós describe muchos pasajes de la historia eran muy atrapantes y muy visuales.
Giulio: como en la historia de todos los héroes, estás en el medio de un viaje, un viaje interior. Y es bello que la contaron una directora y una artista increíble. Quién mejor que ella para contar una historia de una mujer de su país, así, de esta manera.
– ¿Qué ecos creen que puede tener hoy la historia de esta joven idealista?
Vera: Justamente eso es lo que está bueno de este momento, de contar esta historia en este momento: reafirmar que siempre existieron mujeres idealistas ocmo ella, que hoy se pueden sentir identificadas con Soledad, y está buenísimo que uno resuene con eso.
– Como “hija de”, y ante una historia tan política como esta, ¿sentiste una responsabilidad especial, dudaste, tuviste la sensación de que podía ser más difícil para vos que para otra cineasta?
Agustina: No, yo ante todo sentí, como persona que soy, que tenía que respetar mucho esa historia, la de otro país, con otra tradición y otro contexto político. Y me apoyé mucho en eso, en el equipo italiano que me ayudó a tratar esta película porque para mí era una historia muy fuerte, muy personal, en la que hay una familia atrás que respeto muchísimo y quise que esta película fuera un homenaje a ellos. Y amo Italia, Italia es como mi segundo país, mi segundo hogar. Pero fue una sensación de responsabilidad muy personal. Como Agustina, nada más.
– ¿Cómo definirían la experiencia de la filmación, en dos países, conviviendo con un equipo bilingüe?
Agustina: Increíble. A mí esta película me cambió la vida, en todo sentido. El grupo humano, la entrega, el amor, hubo mucho amor. Son experiencias que te atraviesan. El cine es un acto colectivo muy emocionante, tanta gente trabajando ahí, con vos, por algo que en algún punto uno elige, y cada minuto es emocionante, todo el tiempo estás queriendo disfrutar esto que pasa. Por Mariana Mactas-tn