“Primero está mi vida y después también mi vida”, dijo la rubia, que sigue adelante con el juicio al Diez con quien “terminé de la mejor manera”. Dice que lo visita “cuando puedo” y que ser feliz le permite “tratar bien al otro”

En buenos términos, pero ni reconciliados, ni nada. El juicio sigue adelante, aunque, según Rocío, el cariño también. Hablamos de Rocío Oliva y Diego Armando Maradona, que mantienen una particular relación de amor-odio donde todo puede pasar. Tras algunas frases de Ana Rosenfeld contando que Rocío fue a ver a Diego por sus problemas de salud, se habló sobre una posible reconciliación de Diego Maradona con Rocío Oliva. Se dijo también que ella lo acompañó durante la operación de la rodilla y su posterior recuperación, y que no lo dejaba ni a sol ni a sombra.

Pero no hay nada de eso. Las cosas son diferentes, según contó la propia Rocío en Confrontados, por Canal 9. “Si él me necesita yo voy a estar, pero no hay reconciliación. Está todo bien. Estoy todos los días a full en mi vida por eso me acerco cuando puedo y lo visito, pero no tanto como dicen. Cuando puedo, estoy. Porque primero está mi vida, después mi vida y después mi vida. Aunque no lo crean terminé de la mejor manera con Diego. Cuando sos feliz podés tratar bien al otro”, dejó en claro.

¿Por qué entonces su abogada Ana Rosenfeld fue la que dejó dudas sobre la relación entre Diego y ella?. “Le dije a Ana que nada que ver. No sé por qué dijo eso”, sonrió Rocío.

No quiso hablar sobre un supuesto cruce con una de las hermanas de Diego porque “Son cosas privadas de la familia de él que no voy a contar. Si ella no salió a hablar, yo mucho menos. Y voy a respetar”.

Oliva contó además que tiene un muy buen presente laboral. “Arrancar cuesta, como todo al principio, pero nada es imposible. La vida continúa y hay que encararla de la mejor manera. Tengo las herramientas, me gusta el fútbol y sé lo que hago”.

Mientras tanto, el juicio que le está haciendo Rocío a Diego por seis millones de dólares por una compensación económica por los seis años que compartieron juntos, continúa. La estrategia de Diego y sus bogado es llevarlo a Dubai, donde presumen que la discusión sería favorable al Diez. Rocío, quiere arreglar acá.