Fue un programa muy particular para Mirtha Legrand el del sábado por la noche, en el que regresó a la televisión después del fallecimiento de su hermano José Martínez Suárez, motivo por el cual no hizo sus dos programas -sábado a la noche y domingo a la mañana- de El Trece la semana anterior. Dijo que volvió porque le haría peor quedarse en su casa. “Si no vengo me va a hacer daño, pensé. Los necesito, acompáñenme”, les dijo al borde de la lágrimas a los televidentes.

En el programa estuvo el flamante ministro de Hacienda de la Nación, Hernán Lacunza. Pero Legrand estuvo marcada por la muerte de su hermano. “Adiós, Josecito, hermano querido”, pronunció y no pudo contener las lágrimas. Mirtha, de negro, había empezado la emisión leyendo unas líneas sobre la carrera del director de cine que presidió el Festival de Mar del Plata. Así, con la lectura, trató de evitar el llanto, pero no pudo. Contó que iba todos los días a verlo a la clínica y que su hermano durante años y años la llamaba antes de cada programa para desearla suerte y eso “lo voy a extrañar”.

“Era un personaje irrepetible”, dijo en un par de ocasiones. Y también subrayó en más de una oportunidad lo querido que era. “Pocas veces hubo alguien tan querido en el cine argentino”. Se pasó un tape recordando la vida de José Martínez Suárez donde había imágenes de un almuerzo con Mirtha en la tele. Legrand dijo lo orgullosa que estaba de ser su hermana y él respondió que “me da chapa en el barrio ser hermano de Mirtha”.

El fiscal José María Campagnoli, el premiado cocinero Mauro Colagreco, Sergio Berensztein y Amalia Granata fueron los otros invitados de la noche. Campagnoli tuvo un discurso moderado en el que convalidó las últimas decisiones de la Justicia tras las primarias de hace dos semanas. Dijo que no creía que la Justicia estuviera politizada.