Una creación periodística de Luis Pedro Toni

Empresarios del teatro comercial reclaman que la crisis la pague “el sistema financiero”

Entidades que nuclean a empresarios del sector preparan un documento en el que reclamarán que el costo de la crisis no sea asumido por el sector productivo.

Los dueños de las salas teatrales que conforman la escena comercial ultiman un informe al Poder Ejecutivo sobre la situación del sector con la mira puesta en que “este desastre” ocasionado por la pandemia del coronavirus “lo pague el sistema financiero”, según reflexionó el empresario Sebastián Blutrach.

El propietario de El Picadero consideró en charla con Télam que “en el teatro venimos de años duros así que nuestras espaldas están debilitadas, por lo que creemos que este desastre no lo tiene que
pagar el sector productivo del que somos parte sino el sistema financiero”.

Blutrach, quien dejó su tercer mandato consecutivo al frente de la Asociación Argentina de Empresarios Teatrales (Aadet) al ser convocado como asesor en el Teatro Nacional Cervantes, sostuvo que el teatro comercial “vive horas dramáticas”, pero inmediatamente se corrigió y dijo: “Lo realmente dramático son las vidas que se van a perder” por la pandemia.

Entendemos que así como fuimos los primeros en cerrar, seremos los últimos en abrir una vez que pase esta desgracia.”

Aún tratando de suavizar los términos y ponerlos en contexto, Blutrach detalló que “nos enfrentamos a un año prácticamente perdido y con muchos heridos en el camino”.

Y fundamentó esa panorámica teatral en que “entendemos que así como fuimos los primeros en cerrar, seremos los últimos en abrir una vez que pase esta desgracia. Y no creo que eso ocurra antes de las vacaciones de invierno”.

La actividad teatral atravesó un fin de semana con restricciones y capacidad disminuida de sus espacios (los días 13, 14 y 15 del corriente) y luego ingresó en cuarentena total impuesta por cuestiones sanitarias.

Otro referente del sector como Carlos Rottemberg dijo que entendía que “el mensaje unificado debe ser la lucha contra el ‘enemigo invisible’ y también el desafío inesperado de no convertir a trabajadores o empresas en ‘enemigos visibles'”.

El dueño de 16 salas teatrales distribuidas entre las ciudades de Buenos Aires y Mar del Plata apuntó a Télam que “todos debemos actuar con solidaridad tal como lo impone el momento. Que nadie crea que su idea personal o interés prima sobre la del otro”.

Si bien ninguno de los dos empresarios representativos de la actividad arriesgaron cifras en relación a las pérdidas padecidas a causa de la pandemia, el titular de los complejos Multiteatro y Multitabarís sostuvo que “es muy complicado de estimar ya que hoy todo es costo hundido para las empresas y una incógnita económica para el bolsillo hogareño de los trabajadores”.

Su colega ahora repartido entre los circuitos comercial y oficial aportó que “con teatros cerrados completamente y un staff de personal permanente al que hay que seguir manteniendo aún sin ingresos, nos enfrentamos a un panorama muy delicado”.

Ambos coincidieron también que la emergencia del teatro comercial (representado por Aadet, entidad ahora presidida por Roberto Bisogno uno de los responsables del Teatro La Comedia que cerró sus puertas a inicios de marzo), debe ser tratada de manera específica dentro de los sectores más golpeados por las consecuencias del coronavirus.

“Entiendo que debería encuadrarse dentro de las medidas generales que tome el Ejecutivo Nacional para Pymes y/o industrias culturales”, arriesgó Rottemberg quien utilizó la inmensa marquesina del
Multiteatro para estampar la frase “Bajemos el telón para cuidarnos. Habrá tiempo para volver al teatro”.

En esa sintonía, Blutrach consideró que “la problemática de la actividad teatral debe estar englobada dentro de las pymes de otros rubros muy perjudicados como el turismo y la gastronomía”.

“Nosotros nos sentimos comprendidos y acompañados por el Estado ante el nivel de desastre que generó este virus y resulta admirable la decisicion de Alberto Fernández para ir atendiendo el panorama de un país pobre”, graficó.

“Mientras ahora en España -ejemplificó- existe un seguro estatal que cubre el 70 por ciento de los salarios, acá hay que analizar qué hacer con los alquileres y las tarifas y es necesario que existan créditos blandos con tiempos de gracia”.