Una creación periodística de Luis Pedro Toni

Conmoción en Gran Bretaña tras las acusaciones de racismo de Meghan Markle a la realeza

Para el entorno de la familia real, las afirmaciones de que ellos estaban preocupados por el tono de piel del hijo de la actriz con el príncipe Harry son infundadas. Quienes conocen a la pareja, en cambio, consideraron la entrevista como “poderosa y honesta”.

Las explosivas declaraciones de Meghan Markle y el príncipe Harry, nieto de la reina Isabel II, sobre las preocupaciones del color de la piel que su hijo Archie podría tener antes de nacer por parte de miembros de la familia real durante una entrevista concedida anoche a la presentadora estadounidense Oprah Winfrey, causaron estupor en los británicos.

Según el diario Crónica, en ese sentido, Vicky Ford, subsecretaria de Estado Parlamentaria para Niños y Familias en el Departamento de Educación, dijo a la cadena de televisión Sky News, que esas afirmaciones de que un miembro de la familia real estaba preocupado por el tono de piel del niño son “absolutamente inaceptables”.

“No hay lugar para el racismo en nuestra sociedad”, agregó en reacción a las declaraciones de los duques de Sussex en la entrevista y en la que Meghan reveló también que contemplaba el suicidio cuando estaba embarazada de su primogénito.

Mientras que un amigo del príncipe Harry, Dean Stott, un ex soldado de las Fuerzas Especiales Británicas, también reaccionó a la entrevista y aseguró a la cadena radial LBC que con esto dejó al Palacio muy mal. Consideró también que revelar los involucrados en las conversaciones sobre el color de piel de su hijo “sería muy perjudicial para ellos”.

Además calificó la entrevista de “poderosa, honesta y a veces, incómoda”.

Stott, que ayudó a recaudar cientos de miles de libras para una importante campaña de salud mental liderada por Harry, dijo que la parte más incómoda de la entrevista para él fue escuchar a Meghan hablando de sus problemas.

“Ella expresó que tenía problemas de salud mental y necesitaba ayuda y nadie estaba allí para dársela”, dijo en otra entrevista, para el programa BBC Breakfast. “Recaudé 900.000 libras esterlinas (1,2 millones de dólares) para la campaña de salud mental de la Fundación Real, por lo que son muy conscientes de la importancia de la salud mental, y sentir que ella no tenía dónde ir, fue muy difícil de escuchar”, agregó.

A su vez, el consultor de relaciones públicas británico Mark Borkowski dijo que las acusaciones de Meghan eran “bastante perjudiciales para la familia real”, según consignaron varios medios locales.

Expresó que algunas de las acusaciones y percepciones profundamente personales sobre la vida dentro de una casa real podrían ser el comienzo de una guerra en los medios partiendo también de las denuncias de maltrato contra Markle de parte de algunos de sus asistentes.

En su opinión, esto también podría ser su oportunidad para dar su versión de la historia o podría ser un momento para que todo el mundo “dibuje una raya en la arena y comience a hablar y tratar de curar algunas heridas aquí, porque las heridas son muy profundas”, subrayó.

Para Borkowski, de todas formas, “hay muchos perdedores en esto”.