El Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (INCAA) despide con profundo dolor a la actriz Libertad Leblanc.
 
“La diosa blanca” supo ser su propia manager, productora y hasta distribuidora para sus trabajo cinematográficos. En su haber cuentan más de 40 películas, en las que trabajo entre la Argentina y el resto del mundo.

Una curiosidad para 1963 fue la película dirigida por Emilio Vieyra, Testigo para un crimen, en la que Libertad fue protagonista y marcó la primera aparición de una persona trans en el cine nacional.
 
Jamás se sintió como un objeto sexual “Hay gente que nunca ha aceptado que si bien soy una mujer con un par de tetas impresionantes, también pienso y opino” y levanto la bandera del feminismo allá por 1960, en un mundo impensado, solía decir “feminismo es igualdad social. Misma remuneración, mismo derecho al goce, pensarse como ser humano íntegro”.
 
Nuestras sentidas condolencias a sus familiares, amigos y seres queridos.