Una creación periodística de Luis Pedro Toni

Verónica Ojeda habló de todo con Fantino

Verónica Ojeda recordó cómo fue la última etapa de la vida de Diego Armando Maradona, quien murió el 25 de noviembre de 2020. Ellos habían estado distanciados durante un período, luego de haber vivido en México en 2019 con su hijo, Dieguito Fernando. En plena pandemia, ella lo volvió a contactar porque quería que retomaran el vínculo padre e hijo.

“Yo hacía mucho que no lo veía (a Maradona). Después de volver de México no lo vi más. En pandemia conseguí el teléfono, lo llamé y le dije: ‘Dieguito te quiere ver’. Él me dijo que yo me había borrado y que no lo dejaba que viera a Dieguito. Le contesté que no era así, que no era verdad, que le habían mentido. Que si quería ver a Dieguito, lo podía ver tranquilamente y se lo llevaba ese mismo día. Ahí volví a tener comunicación con él y Mario (Baudry, su actual pareja) me ayudó a entrar al country donde vivía, en Bella Vista”, contó la ex profesora de gimnasia en una entrevista con el conductor Alejandro Fantino.

Además, relató que se sorprendió al ver el estado en el que estaba el Diez en el ciclo Fantino a la tarde: “Cuando lo vi no estaba bien. Me impactó… Era un hombre al que no lo reconocí, estaba muy hinchado, tenía la tez pálida, con el cutis muy seco. Lo vi adentro de un auto. En ese momento no me dejaban entrar por la pandemia. Ya la segunda vez pude entrar, hice flor de lío para entrar. Ese día le dije: ‘Diego, no podés estar así, no podés estar con esta gente’. Se lo decía delante de ellos, de todos los custodios”.

Según el relato de Ojeda, Maradona quería irse a vivir a Brandsen, en La Plata, pero no lo dejaban. Entonces, ella le contó que estaba en pareja con Mario Baudry y que él los podía ayudar. “Diego me pidió el teléfono y le mandó un mensaje a Mario. Yo pensé que se pudría todo… Después de ese día en adelante, pudimos ayudarlo para que se vaya a Brandsen”, manifestó.

Cuando Alejandro le preguntó por qué lo ayudaba tanto a Maradona, Verónica respondió: “Lo ayudaba con un amor de madre, lo veía desprotegido, quería cuidarlo, llegaba a casa destrozada. En un momento, le dije a Mario que lo quería llevar al campo, te lo juro por mi hijo, porque quería que estuviera bien. Independientemente de que él tenía un montón de problemas”.