Una creación periodística de Luis Pedro Toni

Antonio Grimau ante el mal momento que le toca

La esperanza fue el sentimiento que más presente tuvo el actor durante el último año y medio.

Con una extensa trayectoria en cine, teatro y televisión que lo avalan como uno de los actores más destacados de la Argentina, Antonio Grimau viene de vivir semanas de mucha emoción. Hace seis meses contrajo Covid-19, que le provocó una neumonía bilateral y su cuadro fue tan grave que coqueteó con la muerte. “Me decía: ‘Si esto me va a provocar la muerte, me resisto con todas las agallas’. No era mi momento para abandonar este mundo. Era una muerte humillante, poco glamorosa y dije: ‘este decorado no es lo que yo prefiero’. Estuve mucho más cerca de la muerte de lo que sabía, pero para mí no era el momento porque había demasiados afectos fuera de la internación y vida por ser vivida y me interesaba hacerlo. Había una clara necesidad de seguir en pie”, cuenta en diálogo con Noticias Argentinas el intérprete que cada viernes se sube al escenario del teatro Chacarerean para hacer “Rotos de amor”, junto a Osvaldo Laport, Víctor Laplace y Roly Serrano.

-Viviste una situación límite, algo que a muchas personas las lleva a replantearse su vida, ¿te propusiste algún cambio tras superar el Covid-19?

-Sí, hubo cosas que modifiqué conscientemente, como revalorizar a mis afectos, porque me di cuenta que en cualquier momento podés perder todo. También desmitifiqué mi idea sobre la muerte, a lo que le tenía un enorme temor. Me di cuenta que era sencillísimo irse de este mundo, que puede darse sin dolor y eso me hizo pensar que la puedo tomar con tranquilidad cuando llegue el momento. Para mí la cuarentena fue una excusa para descansar en medio de mucho trabajo, con el paso del tiempo se hizo más duro pero siempre me mantuve con mucha esperanza y confianza en la medicina y la ciencia. Por eso también me vacuné, tengo la primera dosis de la Sputnik V, y espero que pronto mejore la situación sanitaria.

-Estás cumpliendo con el aislamiento preventivo tras tener contacto estrecho con Víctor Laplace, quien hace unos días se contagió el virus.

-Sí, por suerte está con fiebre normal, cansancio y necesidad de estar reposando, pero nada grave. Eso nos da tranquilidad. Lo que estamos viviendo por la pandemia supera cualquier imaginación posible y lo estamos viviendo contentos porque la gente se empezó a atrever a ir al teatro cuando comprobó que no era un lugar de contagio, sino un lugar muy seguro. De hecho, el contacto de Víctor no se dio en el teatro porque todos nosotros que compartimos el camarín nos hicimos un PCR que dio negativo, pero respetamos el aislamiento y se suspendió la función del viernes 23. Ojalá que podamos retomar pronto porque veníamos con el teatro lleno.

-Da la sensación de que más allá del libreto, se divierten mucho en escena.

-Es una obra realmente entrañable porque cuenta la historia de cuatro hombres a los que le ha ido mal en el amor y tiene mucha emoción, humor. La gente realmente lo recibe muy bien, porque además pone en su lugar al machismo, que por suerte cada vez más el hombre va deconstruyéndose y aprendiendo que hay cosas que ya no van, como chistes y otro montón de cosas que tienen que quedar en el olvido. Y a su vez, la mujer la mujer está ganando un terreno históricamente merecido. De modo que mujeres y hombres reciben muy bien la obra y nosotros la pasamos muy bien porque nos conocemos muchísimos, hemos trabajado todos con todos en distintas disciplinas… la pasamos realmente bien, es muy disfrutable hacer “Rotos de amor”. Belen Canonico. NA