Una creación periodística de Luis Pedro Toni

Una versión “sincera, vulnerable y humana” de Ricardo Fort

“Basta chicos: la vida de Ricardo Fort”, se encuentra en Spotify y es producido por Anfibia. En 10 episodios recorre la estrafalaria vida del millonario mediático que murió en 2013.

POR SOLANGE LEVINTON–El podcast en 10 episodios recorre la estrafalaria vida del millonario mediático que murió en 2013. El youtuber chaqueño Damián Kuc, presentador de “Basta chicos: la vida
de Ricardo Fort”, el podcast documental original de Spotify producido por Anfibia que en 10 episodios recorre la estrafalaria vida del millonario mediático que murió en 2013 y resucitó en forma de frases, memes y merchandising, aseguró que logró conocer una versión más “sincera, vulnerable y humana” del hombre del título.

“¿Por qué un podcast sobre Ricardo Fort? Para entender esa fascinación con este personaje que es la punta del iceberg de cierto consumo de masas, del que nos atrae su extravagancia pero una vez que te interiorizás, es la historia de un nene grande que siempre quiso ser famoso y lo logró”, dice Kuc, comunicador creador del canal de YouTube “Historias Innecesarias” que, con más de un millón trescientos mil seguidores, se convirtió en un fenómeno documental de creación doméstica que mezcla periodismo y trabajo de archivo.

“Me da ternura la lucha por su sueño más allá de los mandatos familiares y de época: es una vida fascinante por un lado y triste por el final”, agregó, sobre el proceso que llevó más de seis meses de trabajo.

Si bien “El comandante” heredero de un imperio chocolatero hizo pie en la pantalla chica con el autorreferencial “Reality Fort”, su aparición en “Showmatch” en 2009 y en “Bailando por un sueño” tres años después convirtió su nombre, su vida ostentosa y sus romances inverosímiles en temáticas constantes de portales y programas de espectáculos. Hizo teatro (“Fortuna 1” y “Fortuna 2”) y condujo el programa “Fort Night Show” (América TV).

Su anhelada carrera fue meteórica pero breve. Fort murió en 2013 y, desde entonces, su cuenta de Twitter se convirtió en usina de frases imprescindibles (“yendo o llendo se igual porque voy arriba de mi Rolls Royce así que a llorar o yorar al campito”), memes, stickers, declaraciones imperecederas (“mamá cortaste toda la looz”, “Meamee”) e, incluso, merchandising como remeras, tazas y medias.

Su juventud, su sexualidad, su familia, sus deseos, sus excentricidades, su padre, su propia paternidad, la soledad, su muerte y su resurrección digital, aparecen desgranadas en un trabajo de
archivo monumental.

En un comunicado, desde Spotify definieron el proyecto dirigido por Tomás Pérez Vizzón así: “Su icónica frase ´Yo no manejo el rating, yo manejo un Rolls Royce´, describe como disfrutaba su vida de lujo, viajes, autos y amores. Sin embargo, su vida no fue siempre así y el podcast nos invita a ver más allá: “Es una oportunidad de conocer el lado más humano de Ricardo, el lado sincero y honesto de una persona que, durante sus últimos días, solo sintió dolor”.

Su juventud, su sexualidad, su familia, sus deseos, sus excentricidades, su padre, su propia paternidad, la soledad, su muerte y su resurrección digital, aparecen desgranadas en un trabajo de
archivo monumental, un guion atrapante, emotivo y desopilante (escrito por Julia Muriel Dominzain y Diego González) y un diseño sonoro (Pablo Sala) capaz de convertir la escucha en un viaje condimentado por testimonios de, entre otros, su hijo Felipe Fort, Marina Calabró, Anibal Pachano, Guido Süller, o Luis Ventura, entre otros.

Damián Kuc, presentador de “Basta chicos: la vida de Ricardo Fort”, el podcast documental original de Spotify

Télam: ¿Cómo surge la idea de este podcast?
Damián Kuc: Surge de la gente de Anfibia, que me contactó para ofrecerme ser el host del podcast y dije que sí de cabeza. Ocurrió en un momento ideal porque yo estaba armando un video de YouTube sobre Ricardo pero sentía que faltaba algo y no lo publiqué. Ese algo era esa investigación, entrevistas con personajes, que son cosas que yo solo no podía hacer porque soy solo con mi computadora. Así que la propuesta fue espectacular.

T:¿Quiénes imaginan que serán los oyentes de este podcast?
DK: Ese es un debate constante entre quienes lo hicimos. Yo siempre barajé la idea de que este podcast, por el tópico, iba a atraer gente que nunca escuchó un podcast; y, de hecho, es un público muy diverso por los mensajes que me llegan: van desde la señora que ve la tele y se enganchó, gente joven que me dice que es el primer podcast que escucha en su vida e, inclusive, gente que se está descargando Spotify por primera vez. Por ahora lo único que sé es que se trata de una audiencia bastante diversa.

T: Desde tu experiencia audiovisual con “Historias innecesarias”, ¿qué herramientas encontraste en el podcast como formato para contar historias sonoras?
DK: Cuando me ofrecieron hacer un podcast una parte mía estaba triste porque quería hacerlo audiovisual, pero después me encontré con un personaje que basta escucharle la voz para traerlo a tu mente. Y me sorprendió la postproducción, la edición de la mano de Pablo Sala, porque se logró algo increíble, esa magia de trasladarte a un lugar escuchando algo me parece espectacular. Todos tenemos un recuerdo de Fort en nuestra mente y el sonido deja vía libre a la imaginación y eso es algo hermoso.

T: ¿Consumías a Ricardo Fort antes de hacer el podcast? ¿Cambió tu mirada sobre él después de “Basta chicos”?
DK: Yo consumía Fort en YouTube en ese reality fascinante que hacía de su vida y cuando entró a “Showmatch” dejé de verlo porque no me atraía ese ecosistema. Y lo volví a consumir con “Fort Night Show” que me parece lo mejor que se hizo en la tele. De repente muere y fue “epa”, un freno de golpe, y después vino el consumo en forma de meme, recuerdos, archivos, frases. Con el podcast me encontré con un archivo que desconocía y fue fuerte: me pasé noches mirando esas últimas entrevistas antes de que muriera y conocí a otro Fort, más sincero, vulnerable, humano. Lo dice Marina Calabró: “Es el Fort más parecido a un Ricardo que podías encontrar en su casa con tintura en el pelo”.