Una creación periodística de Luis Pedro Toni

Charly encendió el CCK con un concierto histórico: toda la música en un video para guardar

La estrella homenajeada se subió al escenario del CCK y tocó varios
temas  acompañado por Fito Páez, Hilda Lizarazu y Rosario Ortega,
entre varios músicos. A lo largo de la tarde del sábado más de cien
músicos tributaron a su figura y su marca dentro del rock y la música
argentina.

Por Pedro Fernández Mouján y Martín Olavarría—-Charly García se
presentó de improviso en el CCK en la celebración de su cumpleaños y
armó una fiesta flamígera en el Auditorio Nacional, donde a lo largo
de la tarde más de cien músicos tributaron a su figura y su marca
dentro del rock y la música argentina.

Lo que era un recital celebratorio y disfrutado por el público se
transformó en un torbellino emocional con la aparición del hombre del
bigote bicolor -con saco blanco, sombrero, brazalete Say No More y
remera negra- que dio un show cargado de significados y de una
potencia arrolladora.

Flanqueado por las vocalistas Rosario Ortega e Hilda Lizarazu -dos
históricas del gran García- Fito Páez y el zorrito Von Quintiero,
Charly volvió a ser él mismo el día de su cumpleaños, luego más de un
año de silencios y en combustión con su gente, muchos de los cuales
pasaron horas para conseguir una entrada redituó el sacrificio previo.
El gran rockstar argentino apareció sin aviso previo para cantar un
rabioso “Cerca de la revolución”, al que siguió “Promesas sobre el
bidet” y “Raros peinados nuevos”, en impagables versiones, en las que
cantó sentado a los teclados.

“Una vieja canción que me transportó al estrellato argentino”, dijo
Charly al arrancar “Canción para mi muerte”, el gran éxito de “Vida”
el primer LP de Sui Generis de 1972, la última de las inolvidables
canciones que esta tarde cantó en el CCK.
El concierto del CCK y en particular el segmento donde estuvo Charly
fue seguido por una multitud congregada en las afueras del exCorreo
Central, donde una pantalla gigante seguía las alternativas de lo que
sucedía en el Auditorio Nacional en vivo y era visto centenares de
jóvenes que no consiguieron entrada y se acercaron para seguirlo desde
la plaza adjunta.

Antes de eso hubo otras dos secciones y después una cuarta pero lo que
se llevaron todos en la memoria fue la aparición sorpresiva y de
notable prestanza de Charly sobre el escenario.

El concierto arrancó con un recorrido camarístico por la obra de
Charly a cargo de una orquesta de cámara de tres violines, tres
violas, dos cellos, contrabajo, corno, oboe, flauta, piano y
percusión.

El grupo académico, a través de un delicado trabajo arreglístico fue
uniendo distintas piezas de García, poniendo de manifiesto la riqueza
melódica de las creaciones del máximo rockstar argentino, maleables y
dispuestas a asumir distintos formatos, registros e interpretaciones,
que jugaron a modo de reformulaciones que nunca olvidaron el original
del cual provenían.

Una platea atenta, colmada, expectante, recibió la música que llegaba
desde el escenario con alegría y fue transitando sin excesos este
reencuentro extraño de música, gente e interpretaciones en vivo en la
pospandemia, en un concierto plagado de sensaciones afectivas por el
tributo que rinde y la dimensión del creador al que celebra.

El momento culminante de este primer bloque, donde la música de
Charly fue bañada por delicadas líneas académicas fue el desierto
existencial que dibujó García en “Yendo de la cama al living”, que
arrancó las primeras palmas siguiendo la música e inyectó adrenalina a
un concierto de mucha suavidad y densidad aérea.

Los arregladores Julián Caeiro y Pablo Salzman hicieron un recorrido
casi cronológico por el repertorio de García uniendo distintas épocas
del músico.

Luego llegó un segmento que dejó de manifiesto la inabarcable variedad
de lecturas y marcó un profundo arco de influencias del creador de
“Clics modernos” en músicos de las generaciones posteriores.

Desde una versión de “Pasajera en trance” en arpa y voz por parte de
Sonia Alvarez, a una conmovedora interpretación de “Rezo por vos” en
percusión de Santiago Vázquez que puso la piel de gallina, pasando por
Darío Jalfin en una clásica pero bella puesta de “Canción de dos por
tres”, las músicas de García parecieron ampliarse y alcanzar nuevos
aires en el Centro Cultural Kirchner.

En formato solista, a dúo o en trío, once grupos o artistas pasaron y
entregaron una canción cada uno en homenaje al músico que cumplió 70
años y pusieron en acto la penetración de una música y un modo de
hacer música argentina inolvidable que seguirá percutiendo por años y
décadas.

Hubo apuestas más arriesgadas, un interesante acercamiento en teclado
y caja de ritmos y sonidos de Nico Sorín a “Quizás, porque” -único
tema del primer longplay de Sui Generis, “Vida” de 1972, que se tocó
en el CCK- y otras absolutamente viradas a la improvisación jazzera
como “Ojos de videotape” del trío de Ernesto Jodos (piano), Sergio
Verdinelli (batería) y Mariano Otero (contrabajo), y “Nos siguen
pegando abajo” de Diego Schissi acompañado por Diana Arias en
contrabajo.

Hernán Jacinto y Andrés Beeuwsaert en piano, cada uno por su lado,
marcaron también los amplios horizontes que puede encerrar la música
de Charly y que como un tesoro puede expandirse y alcanzar dimensiones
insospechadas que hacen aún más queridas las versiones originales.
telam