Una creación periodística de Luis Pedro Toni

El festival de Mardel con discrepancias, tiene películas

Pese a algunas discrepancias hechas públicas entre el Instituto de
Cine  y el municipio de Mar del Plata con el presidente del
festival,ya que en el anuncio del Gaumont no se conocieron titulos de
competencia, la agencia Telam con la calificada firma del periodista
Diego Battlle anuncia títulos de Francia, Georgia, Italia, Rumania,
Israel, Finlandia, Japón, Nueva Zelanda, Corea del Sur, Estados
Unidos, Colombia, Uruguay y, por supuesto, la Argentina. Aqui 20
filmes que formarán parte del 36º Festival de Cine de Mar del Plata y
que se podrán ver en la web del máximo evento cinematográfico de
nuestro país.

Por Diego Batlle-La 36ª edición del Festival de Mar del Plata
permitirá, por un lado, recuperar la tan ansiada presencialidad con
funciones en 8 salas de la ciudad, pero también mantener la variante
virtual que tan buena repercusión tuvo en 2020 con una plataforma
online y gratuita. Aunque no todos los títulos estarán disponibles en
streaming, buena parte de las competencias oficiales y varias
películas de las secciones paralelas sí podrán verse en todo el país
del 18 al 28 de noviembre en el sitio web del evento:
https://www.mardelplatafilmfest.com/36/es/
Para quienes tengan la fortuna de volver a vivir el festival en los
cines y para aquellos que lo seguirán a la distancia desde la
comodidad del hogar, aquí ofrecemos una guía con 20 recomendaciones:

Tres en la deriva del acto creativo (en la foto)
Argentina, de Fernando Solanas. La película póstuma del director
fallecido en noviembre de 2020 es un registro íntimo y muy emotivo de
la relación que durante décadas mantuvo con el psiquiatra, dramaturgo
y actor Eduardo Pavlovsky y el artista plástico Luis Felipe Noé. Pino,
Tato y Yuyo, más sus esposas (Angela Correa, Susana Evans y Nora
Murphy) y sus hijos -también artistas- Juan, Martín y Gaspar forman
parte de un documental sobre lo caótico y fascinante del proceso
creativo, la amistad, el compromiso político y las transmisiones
generacionales. Elegido como film de apertura del festival.

Francia, de Céline Sciamma. La directora de “Retrato de una mujer en
llamas” rodó en plena pandemia con dos niñas como protagonistas una
misteriosa y fascinante fábula sobre el tiempo y los afectos que
transcurre en buena parte en medio de un bosque con unas dimensiones y
alcances insospechados.

What Do We See When We Look at the Sky?
Georgia, de Alexandre Koberidze. El notable realizador georgiano juega
con muy diversos géneros y estilos (comedia romántica, elementos
fantásticos, humor absurdo, documental, ensayo urbano, cine mudo, off
de impronta literaria) para un film que, para poner dos ejemplos
extremos, remite a la obra de Mariano Llinás por un lado y a cierta
impronta de Chaplin, Keaton y Tati, por el otro. El protagonista es un
futbolero devoto de Messi y la selección argentina.

Titane
Francia, de Julia Ducornau. La directora de “Crudo” ganó nada menos
que la Palma de Oro en Cannes con la historia de una joven
desenfrenada (Agathe Rousselle) que encuentra algo de refugio y
contención en un bombero (Vincent Lindon) que carga con el trauma de
haber perdido a su hijo. Un festival de sangre, sexo, fuego, fluidos y
provocaciones para una película extrema con aires de J.G. Ballard,
David Cronenberg y Claire Denis.

La isla de Bergman
Francia, de Mia Hansen-Løve. Un matrimonio de directores (Tim Roth y
Vicky Krieps) viaja a la la isla de Fårö, donde vivió Ingmar Bergman,
para desarrollar sus nuevos proyectos. La crisis -como en las
películas del mítico director sueco- no tarda en desatarse en un film
que va sumando nuevas capas y apela con virtuosismo al esquema del
cine dentro del cine.

Camila saldrá esta noche
Argentina, de Inés Barrionuevo. Camila (consagratorio trabajo de Nina
Dziembrowski) disfruta de los últimos momentos de su adolescencia y de
su militancia feminista con sus amigas y amigos de un colegio público
de La Plata. Sin embargo, su vida da un vuelco profundo cuando su
madre ya divorciada las lleva a ella y a su hermana menor a vivir a la
casa de la abuela (que está internada en grave estado) y las inscribe
en un conservador secundario privado en plena ciudad de Buenos Aires.
Una película que sintoniza a la perfección con cierto espíritu juvenil
de esta época.

El empleado y el patrón
Uruguay, de Manuel Nieto Zas. Tras “La perrera” y “El lugar del hijo”,
Nieto Zas narra un tenso e inquietante drama rural sobre las
diferencias de clase ambientado en la frontera entre Brasil y Uruguay
con un elenco que incluye a los argentinos Nahuel Pérez Biscayart,
Justina Bustos y Jean-Pierre Noher.

Italia, de Paolo Sorrentino. El director de “La grande bellezza” y
“Juventud” regresa a su Nápoles natal para la película más personal de
su carrera. Una historia autobiográfica en la que el cineasta italiano
se mira al espejo, apunta hacia sus familiares, expone el ecosistema
donde habitaban, la esencia de su ciudad y, claro, el influjo
maradoniano.

Sexo desafortunado o porno loco
Rumania, de Radu Jude. Una docente se filma teniendo sexo con su
pareja. El video es subido a un sitio porno y el escándalo no tarda en
desatarse en la comunidad educativa. Por su audacia formal y su
contenido explosivo, por su espíritu provocador y contestario, por su
riesgo a la hora de cuestionar los excesos de la corrección política,
esta nueva película del director rumano es de una radicalidad poco
frecuente en el cine contemporáneo. Ganadora del Oso de Oro en el
Festival de Berlín.

Ahed’s Knee
Israel, de Navad Lapid. El director de “Policeman”, “La maestra de
jardín” y “Sinónimos: Un israelí en París” propone en su nuevo film un
auténtico torbellino cinematográfico con la historia de una suerte de
alter-ego, un director de cine que se enfrenta con las autoridades (y
la censura oficial) cuando es invitado a un remoto y desértico pueblo
de su país para proyectar allí una de sus películas y mantener después
una charla con el público.

Compartment No. 6
Finlandia, de Juho Kuosmanen. Una estudiante finlandesa (Seidi Haarla)
se sube en Moscú a un tren rumbo a la ciudad de Murmansk. El viaje a
Siberia no saldrá como lo tenía previsto, pero -claro- le abrirá
nuevas posibilidades y experiencias afectivas. Con esa sencilla
premisa, el director de “El día más feliz en la vida de Olli Mäki”
ganó hace pocos meses el Gran Premio del Jurado en Cannes.

Una escuela en Cerro Hueso
Argentina, de Betania Cappato. La ópera prima de ficción de la
santafesina Cappato es un dechado de delicadeza y sensibilidad a la
hora de abordar la historia de una niña con autismo y la experiencia
comunitaria en un pueblo y una escuela rural. Tras su estreno en la
Berlinale, se verá en la Competencia Argentina.

Drive My Car
Japón, de Ryusuke Hamaguchi. Una ficción fílmica basada en una ficción
literaria (escrita por el celebrado Haruki Murakami), que a su vez se
apoya en una ficción teatral (Antón Chéjov, ni más ni menos). El
resultado es una hermosa y dolorosa película de tres horas que se
ubica entre lo mejor del año.

Nueva Zelanda, de Jane Campion. La creadora de “Un ángel en mi mesa”,
“La lección de piano”, “Retrato de una dama”, “Humo sagrado”, “En
carne viva” y “Bright Star” regresó al cine tras 12 años con un
descarnado e impiadoso western con Benedict Cumberbatch, Kirsten Dunst
y Jesse Plemons que le valió el premio a Mejor Dirección en la Mostra
de Venecia.

In Front of Your Face
Corea del Sur, de Hong Sangsoo. El prolífico realizador coreano
construye otra película extraordinaria sobre una mujer madura radicada
desde hace mucho tiempo en los Estados Unidos que regresa a Seúl y se
reencuentra con su hermana menor y su sobrino en circunstancias
extremas. Pero lo importante no es tanto la trama sino la maestría de
un director que, con sabiduría y sin ostentaciones, consigue un cine
de una pureza y profundidad muy poco frecuentes.

Memoria
Colombia-Tailandia, de Apichatpong Weerasethakul. El gran maestro
tailandés de películas como “El hombre que podía recordar sus vidas
pasadas (Tío Boonme)”, “Blissfully Yours”, “Tropical Malady” y
“Syndromes and a Century” se trasladó hasta Colombia con Tilda Swinton
como “médium” para otra de sus fascinantes y radicales exploraciones
sobre el tiempo, el sonido y los viajes tanto externos como internos.

El perro que no calla
Argentina, de Ana Katz. La directora de “El juego de la silla”, “Una
novia errante”, “Los Marziano”, “Mi amiga del parque” y “Sueño
Florianópolis” se arriesga con un film lírico y existencialista a la
vez que parece haber anticipado como pocos estos tiempos de pandemia
global con las desventuras de Sebastián (Daniel Katz, hermano y
habitual colaborador de la realizadora) como un diseñador gráfico
treintañero que parece ir a los tumbos, a la deriva, en su vida.

Il buco
Italia, de Michelangelo Frammartino. A contramano del cine
contemporáneo sustentado en estímulos permanentes, el director de “Le
Quattro Volte” apuesta en esta docuficción por la austeridad, la
contemplación, la belleza y el lirismo en un film que transcurre
dentro de una caverna.

Vortex
Francia, de Gaspar Noé. El director argentino de películas como “Solo
contra todos”, “Irreversible”, “Enter the Void”, “Love” y “Climax”
filmó una conmovedora historia sobre la degradación y el amor en la
vejez con Dario Argento y Françoise Lebrun como protagonistas,  que
muchos han comparado con “Amour”, de Michael Haneke.

Mad God
Estados Unidos, de Phil Tippett. Genio responsable de algunos de los
efectos visuales más impresionantes de la trilogía primigenia de “Star
Wars”, “Robocop” y “Jurassic Park”, Tippett trabajó durante más de dos
décadas en un proyecto de animación artesanal que finalmente acaba de
ver la luz. El resultado de esta historia sobre criaturas fantásticas
en un mundo post-apocalíptico es tan exigente como deslumbrante.
En la foto,una escena del documental que abrira el 36 festival de Mar
del Plata con  Pino Solanas,Pavlovsky y Luis F.Noé.(Tres en la deriva en el acto creativo)