El doomingo se vivió una jornada electoral muy calurosa en la Ciudad de Buenos Aires y es por eso que la reconocida actriz y expareja de Luciano Castro, Sabrina Rojas, decidió terminar la semana acompañada de sus más intimas amigas, su nueva pareja «El Tucu» López y ¡su hijo más pequeño! La protagonista de «Desnudos» inmortalizó cada momento y decidió compartirlo en sus redes sociales.

En la primera de esta serie de «Instagram Storys» que publicó esta tarde, Sabrina Rojas aprovechó para echarle en cara a su actual pareja el constante uso que tiene de su celular y escribió «siempre compra cosas desde su teléfono». Luego de esa lapidaria frase, el actor de «SEX Viví tu Experiencia» salió de plano fingiendo recibir un llamado telefónico seguido por Elvis, el perro de Rojas.

En otro de los videos la expareja de Luciano Castro, quien se despidió esta noche de la obra de teatro que compartían, mostró al Tucu López con una mascara del divertido personaje ficticio de Star Wars, Chewbacca. Al video lo acompañó con una divertida y pícara frase que decía «¿Quién es? Ese movimiento de caderas lo conozco». Finalmente, en la tercer imagen Sabrina reveló que además de su novio estaba acompañada de Fausto, hijo menor que comparte con Castro.

Exactamente fue una foto y un video con el cual la actriz mostró como fue el primer encuentro que tuvieron su novio y su hijo. «Esa genética si te la robo, che. Tranca de facha viene Fausti», escribió Sabrina haciendo referencia a su pequeño hijo de tan solo seis años. Por su parte, el Tucu replicó una de las imágenes en su cuenta personal de Instagram en la cual escribió «alguien que me preste unos ojos claros para estar a tono».

Cuando todavía había pasado poco tiempo de la disolución de la pareja Rojas-Castro, la actriz reveló como habían tomado sus hijos la noticia. «Al principio, no lo tomaron bien. Tratamos de que todo sea de la forma más hermosa posible, de que se den cuenta de que no nos separamos como familia y de que nos vean juntos en la cotidianidad. Hay semanas que nos cuesta más. Fácil no fue porque son niños muy chiquitos, es un proceso de acompañarlos y hacerles entender que todo está bien».