Rodrigo Tapari contó cómo superó su adicción al alcohol
Tras quedar eliminado de La Academia, Rodrigo Tapari visitó a Juana Viale en el mítico programa de Mirtha Legrand y se animó a revelar detalles de la etapa más dura de su vida.
En este sentido, contó cómo logró dejar su adicción al alcohol con la ayuda de su hija que hoy tiene 14 años. “Cuando me llega todo esto de la música con Ráfaga, que logro entrar en un grupo reconocido y empiezo a viajar por el mundo, se me fue, no lo pude controlar, era totalmente desconocido para mí. Era muy fácil, y eso me llevó a perder el control”, comenzó diciendo el cantante de cumbia.
Del mismo modo, explicó que “fue en un momento de una vorágine de trabajo donde yo era totalmente desconocido para mí, yo no tomaba y empecé a tomar. Conté con tu abuela que me hice alcohólico, empecé a consumir whisky, y me descontrolé, fue algo que superó mi control, perdí el control de mi vida”.
“Mi hija me hizo reaccionar. Hoy ella tiene 14 años, cumple 15 el año que viene y es el amor de mi vida junto a mi esposa y mi hijo recién nacido, Mateo. Me emociona contar esto, pero sí, fue mi hija. La vi a sus 6 años pidiendo ayuda porque decía que nosotros nos íbamos a matar, que nos íbamos a separar”, dijo también.
Asimismo, agregó: “Pedía ayuda a una persona que no éramos nosotros, los padres, y ese día sentí que estaba perdiendo el control de todo. Creo que el problema empieza cuando uno pierde el control. Mientras tenés el control, va todo bien. Hace un rato entregué mi celular, que hoy puede ver mi esposa y mi hija, pero hace unos años yo era una bomba de tiempo con mi celular”.
“Cuando me encuentro en esa situación con mi hija ahí decidí poner un freno y empezar a mirar desde afuera y qué es lo que quería con mi familia. Y en el primer viaje que hago a Estados Unidos en el 2015 me encuentro con un matrimonio que son primos de mi esposa, que son cristianos, y me encontré con la familia que yo quería tener”, indicó.
Por último, Rodrigo Tapari mencionó: “Estuve noches llorando con ellos, y les pregunté cómo llegaron a estar tan bien y me invitaron a la Iglesia y de ahí al día de hoy le entregué mi vida a Dios y todo cambió”.