Comenzó el ciclo de charlas Malvinas nos une
Se realizó la charla abierta al público: “El que no salta: Medios, censura y autocensura”, con la conducción de Federica Pais y la participación de Rosario Lufrano, Bernarda Llorente, Gustavo Campana, Cora Gamarnik y Camila Bonetti. Este encuentro inició una agenda que propondrá abordar el tema y sus vínculos con diferentes cuestiones de la vida social, política y cultural. Además, se presentó públicamente el Laboratorio de Innovación Audiovisual junto a Osvaldo Santoro.
Se realizó en Televisión Pública la primera charla del ciclo Malvinas nos une, dedicada a analizar el rol de los medios y profesionales de la comunicación durante la Guerra de 1982 y luego del conflicto. Con la conducción de Federica Pais, el encuentro contó con la participación de las presidentas de Radio y Televisión Argentina, Rosario Lufrano, de la Agencia de Noticias Télam, Bernarda Llorente, del periodista y subdirector de Radio Nacional, Gustavo Campana, de la socióloga especializada en fotoperiodismo, Cora Gamarnik, y de la periodista e integrante de la Secretaría de Malvinas, Antártida y Atlántico Sur, Camila Bonetti.
“Malvinas es Memoria, Verdad y Justicia. Lo que estamos haciendo hoy es memoria, un homenaje a los que cayeron allí, a los chicos que fueron desamparados sin preparación con mentiras y engaños” destacó Lufrano en su intervención. “Tenemos el deber como medio público de hacer esto, pero lo hacemos porque lo sentimos, porque en definitiva Malvinas es un sentimiento y tenemos que hacer honor a ello”, destacó.
También dijo que en 1982 “hay que pensar que estábamos en una Dictadura y que había una comunicación unidireccional, los medios no eran como en la actualidad, estaban todos en manos del Estado y había sólo tres radios en manos privadas. El resto recibía órdenes de lo que había decir y publicar” recordó y planteó además que durante la Guerra hubo una continuidad con lo que los militares hicieron desde 1976.
Puntualmente, recordó que el comunicado número 19 de la Junta Militar (emitido en 1976) establecía “penas de diez años de reclusión al que por cualquier medio difundiera, divulgare o propagare noticias, comunicados o imágenes con el propósito de perturbar, perjudicar o desprestigiar la actividad de las Fuerzas Armadas, de Seguridad o Policiales”.
En igual sentido se expresó Gustavo Campana, quien dijo que “la dictadura reprodujo en las Islas todo lo que había hecho en el continente desde el 24 de marzo. La muerte de la verdad no es a partir del 2 de abril o del 1 de mayo, es el mismo día del golpe”.
Sin embargo, destacó que “la democracia es una invitación a soñar derechos y tiene hermosísismas obligaciones: una es Malvinas. Ningún medio de comunicación hoy puede desconocer Malvinas, porque hay un mandato constitucional después de la reforma de 1994”.
En ese sentido, se preguntó “¿Desde qué lugar yo me planto a decirle no a la Constitución que me dice que debo defender el pedido soberano en Malvinas? Creo que malvinizar es el verbo”, concluyó.
A su tiempo, Bernarda Llorente se refirió al material de archivo registrado en tiempos de la Dictadura en la Agencia Télam: “Se encontraron mecanismos que en su momento denunció el interventor militar de Telam, el Coronel Piano, que lo había nombrado Videla y que incluso había aparecido en causas por crímenes de lesa humanidad, no era precisamente alguien que tuviera disidencias. Él se da cuenta –explicó–, que lo que está pasando en las islas va contra la cobertura de Telam y ATC (Argentina Televisora Color)”, que eran los únicos medios que podían tener corresponsales en las islas”.
“Ellos tenían bastante censura, los dejaban moverse sólo dentro de un determinado radio de las Islas, no los dejaban sacar demasiadas imágenes, pero más allá de eso, la cantidad de información que se producía iba directamente al Comando Mayor Conjunto”, detalló la titular de Télam.
También recordó que de las “al menos doscientas fotos” que sacaba Télam por día “les daban dos o tres al Comando. ¿Qué pasaba con el resto?”, se preguntó, para detallar luego que “las vendían”. Explicó que “se inventaron dos o tres agencias de noticias que supuestamente eran de los servicios de inteligencia, que facturaban material más allá de Telam y de ATC”.
“Nosotras hemos visto siempre la dictadura en su faceta más genocida, pero también hay una faceta muy importante que es la corrupta; pero por qué no van a vender fotos si finalmente vendieron los bienes de desaparecidos”, finalizó.
Cora Gamarnik aseguró que “la campaña de manipulación no estuvo dirigida a engañar por ejemplo a las FFAA inglesas como acto de acción psicológica, sino sobre todo a engañar a la población argentina”. Indicó que el llamado “teatro de operaciones de la Guerra sucedía en un espacio geográfico muy lejano, al que sólo tenían acceso quienes la Dictadura decidía. Entonces, ¿cómo ver lo que sucedía en el territorio de las Islas? Por las imágenes televisivas y las imágenes fotográficas. “Hay que pensar la desesperación argentina y de la población mundial por ver qué estaba pasando, cómo estaban los hijos, los familiares y aquellos que habían sido enviados a las Islas”.
Camila Bonetti en tanto, dio una mirada desde una generación que no vivió la Guerra. Según dijo, se interesó por Malvinas “estudiando periodismo, conociendo un poco la historia del conflicto del Atlántico Sur, sino lo que era Malvinas en general para los argentinos”. Señaló que fue importante “verlo desde el ámbito internacional y no podía creer cómo existía una colonia a esta altura del siglo XXI. Leía la carta de Naciones Unidas y decía qué linda que es esta Carta, pero qué poco que funciona. Seguimos viviendo resabios de colonialismo que no podemos creer que existan, pero siguen existiendo”.
Destacó el cambio en la política exterior sobre esta cuestión a partir de los años 2000 y opinó que “eso se vio reflejado en el tratamiento mediático” y sostuvo que “hay una gran presencia del tema en los medios a nivel federal. En la Patagonia –dijo– la cuestión Malvinas está más presente que en Buenos Aires y es algo que hay que trabajar. Pero es una tarea de todos seguir alimentando la memoria popular y explorar otras cuestiones en relación a Malvinas”. También criticó que “hay algunos medios de comunicación que tienden a mostrar un poco más la mirada británica de la cuestión”.
Con el ciclo Malvinas nos une, Radio y Televisión Argentina propone pensar el tema en su relación con cuestiones sociales, políticas y culturales, con un ciclo de charlas abiertas al público –con transmisión por streaming–, con la participación de protagonistas, testigos de época y especialistas.
Laboratorio de Innovación Audiovisual
Al finalizar el encuentro, el vicepresidente de RTA, Osvaldo Santoro, y Rosario Lufrano presentaron el Laboratorio de Innovación Audiovisual.
Esta propuesta abre un espacio de colaboración, intercambio y formación pensando en el futuro de los medios públicos, destinado a reflexionar, experimentar y trabajar sobre las nuevas narrativas transmedia, las nuevas tecnologías, los nuevos procesos de comunicación interactiva y formas alternativas de contar a partir del nuevo entorno audiovisual digital.