Una creación periodística de Luis Pedro Toni

El horror del bombardeo a plaza Mayo

Televisión Pública presentó anocheel documental de Francisco Alcaro, que exhibe el lado más siniestro de la Marina de guerra argentina: el ataque al pueblo indefenso, con el objetivo de asesinar a Juan Perón.
 

A 67 años del criminal bombardeo a la Plaza de Mayo, perpretado por aviones de la Armada Argentina el 16 de junio de 1955, la Televisión Pública emitirá este domingo se presento el documental “Cristo vence”, la película de Francisco Alcaro que narra el atroz atentado contra civiles indefensos por parte de militares que intentaron derrocar y asesinar al presidente constitucional Juan Domingo Perón

El filme reconstruye un dramático eslabón de la historia argentina, en el que militares alzados contra el orden democrático atentaron contra las autoridades legítimamente constituídas, con el luctuoso saldo de más de 350 personas fallecidas –entre ellas, un grupo de escolares a bordo de un trolebús en un día de paseo- y más de 600 heridos de diferente consideración. 

El documental muestra la primera mitad de los años ‘50 en un país exuberante, con empleo creciente y distribución de la riqueza favorable a los trabajadores. 

Durante sus dos primeros gobiernos, el presidente Perón hizo equilibrio entre los dos pilares en los que se asentaba su poder: las masas trabajadoras y las fuerzas armadas. En su segundo mandato impulsó políticas y leyes que afectaron los intereses de la Iglesia Católica, incluso llegando a proponer su separación del Estado. La película narra la marcha de Corpus Christi y la airada respuesta popular mediante la quema de las iglesias.

La consigna “Cristo vence”, que da nombre a la película, refiere a la expresión pintada en las alas de los aviones atacantes de su propio pueblo. Se sintetizaba en una cruz intervenida por una “C”, lo que años después los seguidores del Gral. Perón transformarían en VP –“Perón vuelve” de su forzoso exilio de 18 años–, con la misma disposición gráfica.

El filme tiene guión de Francisco Alcaro, Federico Arzeno, Rodolfo Edwards y Andrés Maino, con jefatura de producción de Emiliano Riasol, producción ejecutiva de Oriana Castro, fotografía y cámara de Guillermo Saposnik, edición de Joaquín Elizalde, sonido de Sebastián González mezclado por Sebastián González y Lucas Mayer, música de Juan Pablo Alcaro y Ramiro Flores y corrección de color de Javier Galasse.