Juntos otra vez en la eternidad: LLEGÓ CACHO FONTANA
Su salud estaba deteriorada desde hace tiempo, pero su deceso se produjo un día después del de uno de sus grandes amores y madre de sus hijas: Liliana Caldini.
Su salud estaba bastante deteriorada. Se había contagiado por primera vez de Covid-19 en 2020 y además había atravesado cuadros de neumonía. Un día después que Liliana Caldini, la madre de sus hijas Antonella y Ludmila, a los 90 años murió el gran locutor Cacho Fontana.
En 2019 tuvo que ser internado tras sufrir una caída en el baño de un restaurante, luego de participar de una entrevista televisiva en la que, entre otras cosas, reconoció sin ambages que el alcohol y las drogas lo llevaron al ostracismo en uno de los mejores momentos de su brillante carrera como animador y conductor.
Encontró el consuelo en una sucesión de reconocimientos recientes y el reencuentro con su hábitat natural, la radio, a través de participaciones especiales con su sello en Nacional y el regreso, aunque en cuentagotas, a lo que más le gustaba hacer en la vida: leer al aire avisos comerciales.
Su voz se mantuvo inconfundible hasta el final. Desde Odol Pregunta, aquel ciclo cultural de preguntas y respuestas que hizo historia en la televisión de aire, su nombre se convirtió en una marca.
En sus participaciones en las campañas publicitarias de YPF y Gillette logró lo que ninguno de sus pares logró alcanzar: que el locutor comercial se transformara en una de las estrellas de esos programas.
El hombre que jamás se equivocaba frente al micrófono convirtió algunos de los jingles publicitarios que brillaban a través de su voz (“Dígale Sí a Terrabusi”, “Minuto Odol en el aire”, “Y péguele fuerte”, “Esta es la Cabalgata Deportiva Gillette”) en frases del imaginario colectivo cotidiano de los argentinos.
Fuente: Télam