Después de seis intensos meses en cartel en Punta del Este, ayer domingo 18 terminó Piel de Judas, la obra protagonizada por Susana Giménez que batió todos los récords y agotó localidades noche a noche en la sala del Hotel Enjoy. Buena anfitriona y generosa como cabeza de compañía, Susana organizó una cena post última función y reunió al elenco para agradecerles por estos meses de trabajo compartido.

Acompañada por su coprotagonista, Antonio Grimau y por el productor general, Gustavo Yankelevich, en la mesa de despedida también se sentaron Julieta Nair Calvo, David Masajnik, además de los actores uruguayos Sebastián Slepovich y Patricia Álvarez. Hubo brindes, charla hasta tarde, anécdotas compartidas y muchas risas.

Pero lo que la Giménez no se veía venir era una propuesta laboral de Gustavo Yankelevich, que no fue en una reunión a solas sino que se dio en medio de la cena, y el ex de Cris Morena se la dijo a la estrella de Telefe a viva voz delante del resto de equipo.

¿Cómo fue? La situación la reveló Antonio Grimau esta tarde en diálogo con Daniel Gómez Rinaldi, Nico Peralta y Romina Carballo en el ciclo radial Detrás de escena, por AM 540. “Anoche en la cena la pasamos muy bien y se dio una situación inesperada. Gustavo le propuso a Susana un brindis muy especial. Le dijo: ´Si, brindemos por la tercera temporada de Piel de Judas´. Si bien no hay fecha ni se habló de nada concreto, básicamente Yankelevich le estaba proponiendo a Susana delante de todos nosotros volver a hacer la comedia, que fue un gran éxito”, reveló Grimau.

Y continuó: “Lo que jamás esperamos fue la reacción de Susana. Ella le contestó: ´¿Vos estás loco? Ahora quiero viajar, disfrutar y descansar. Qué tercera ni ocho cuartos, ¡vos estás loco!´. Todo entre risas pero no lo veo descabellado. Si bien no hay fecha ni nada concreto, me llamó la atención ese diálogo público entre Gustavo y Susana”.

¿Cómo terminó la noche después de la cena? Se fueron al Casino y Grimau terminó ganando. “Yo nunca juego a nada pero Susana estaba muy entusiasmada y me hizo jugar. Ella venía muy abajo en el black jack, me prestó unas fichas y empecé a ganar un dinerillo importante. En cuatro manos di vuelta el juego a favor nuestro y ganamos. Ella me dijo: ´El dinero es tuyo, comprate algo en el barco´. Una genia, muy generosa Susana”, cerró Grimau.