Una creación periodística de Luis Pedro Toni

Murió Senen González, periodista de estirpe

POR GRACIELA PETCOFF (diario Democracia)–Periodista e historiador del
sindicalismo, cubrió desde la Revolución cubana hasta los grandes
acontecimientos de nuestro país. Falleció este miércoles 26, a los 92
años.
Compartía con Gabriel García Márquez la certeza de que el periodismo
es el mejor oficio del mundo. Se inició en la época del periodismo
bohemio y autodidacta, de aquellas redacciones donde la Olivetti y el
cigarrillo marcaban el ritmo siempre nervioso de las noticias.

Santiago Senén González -quien falleció ayer, a los 92 años- fue de
aquella estirpe de periodistas que nunca renunció a considerar los
cafés porteños como una prolongación obligada de la redacción, donde
ponía en debate la actualidad, siempre caliente, con amigos forjados
en los años de batallas diarias.

Cumplía invariablemente la cita semanal de los almuerzos de
periodistas que nacieron en el Club del Progreso, que reunían además a
escritores, políticos y alguna rara avis que aparecía de tanto en
tanto. Amigos como Rogelio García Lupo, Isidoro Gilbert, Oscar Serrat,
Norberto Vilar, y muchos más fueron contertulios de estos encuentros
que, para un oído atento, sirven para escribir en capítulos la
historia del periodismo argentino.

El periodismo lo atrapó de pantalones cortos, en la década del ’50,
como aspirante en la sección Deportes del diario El Mundo.

En esa redacción se codeó con los popes del periodismo de aquella
época: Roberto Arlt, los hermanos González Tuñón, Conrado Nalé Roxlo,
Rivas Rooney … Pasó por las redacciones de La Época, El Líder,
Democracia, en los años marcados por el peronismo y por algunas
batallas con los medios. Pero no aceptó ni rótulos ni
embanderamientos. El periodista “alquila su talento” solía decir
cuando se mencionaba la diversidad de medios para los que escribió.

Su largo camino como periodista está jalonado de historias. Como aquel
viaje con su colega Augusto Bonardo a Venezuela, en 1958, que terminó
en Cuba, atraído por unos barbudos que prometían una revolución. Sus
crónicas hablan, por primera vez para diarios argentinos, de un líder
argentino al que apodaban “el Che”.

Con varios colegas era, además, amigo entrañable: Mario Monteverde,
con quien compartió “El último café”, en 1963, en el viejo Canal Siete
y veinte años más tarde, lo acompañó en la dirección periodística de
la Agencia Télam, durante el gobierno de Raúl Alfonsín. O Edgardo
Sajón, secretario de prensa de Lanusse, secuestrado y asesinado en
plena dictadura, en 1977.

Senén González trajinó redacciones durante más de siete décadas,
exploró casi todos los campos del periodismo: la gráfica, agencias de
noticias, radio, televisión, oficinas de prensa, corresponsal
extranjero.

Estuvo de los dos lados del mostrador: de cronista a director
periodístico; pero también fue por varios años delegado gremial,
discutiendo paritarias, mano a mano con la patronal. Fue además
historiador, especializado en temas gremiales y sociales, con una
decena de libros publicados.

El primero con el sociólogo Juan Carlos Torre en 1969 y desde entonces
no dejó de bucear las relaciones de poder del sindicalismo argentino.
También las figuras más carismáticas, como las de Augusto Timoteo
Vandor o Agustín Tosco. Otras buenas plumas lo secundaron; en “La
trama gremial” (1994), “El sindicalismo en tiempos de Menem” (1997) y
otros cinco libros con Fabián Bosoer; “El 17 de octubre de 1945”
(2005) con Gabriel Lerman; “El ave Fénix” (2010) con Germán Ferrari.
Su último libro fue sobre el Partido Laborista y su figura clave,
Cipriano Reyes.

Legó sus su Archivo de Historia del Movimiento Obrero Argentino a la
Universidad Torcuato Di Tella, que contiene documentos inéditos, entre
ellos el acta de las reuniones del Congreso Normalizador de la CGT
realizado en septiembre de 1957.

En 2019, la Academia Nacional de Periodismo lo distinguió con el
premio Pluma de Honor, en reconocimiento por “su larga trayectoria y
su compromiso constante con el ejercicio y la defensa de la libertad
de expresión”.

Siempre “hay que estar vigente”, decía hasta el último día, que lo
encontró publicando notas en los diarios de nuestro país.

Nota de Reporter: Me honro de haber sido su amigo hasta estos últimos
días que me envió unas notas de historia a mi pedido, y de haber sido
asiduo concurrente a los almuerzos semanales que comenzaron en el club
del Progreso y continuaron en restaurantes de precios acesibles, en
los que aprendí mucho de lo que no se estudia…-Tome esta nota de
Democracia firmada por Graciela, ya que su padre fue uno de los
mejores amigos y contertulios de Senen, o sea que estará conforme en
la eternidad con este modesto reconocimiento.

Luis Pedro Toni, director-editor de reporter.com.ar