Una creación periodística de Luis Pedro Toni

Discusión en la familia de Ana Obregón por el nacimiento de una hija, ni nieta ni abuela

Ana García Obregón ha vuelto a vivir. El nacimiento de la pequeña Ana Sandra Lecquio, su nieta e hija póstuma de Aless Lecquio, ha conseguido devolverle la ilusión por seguir viviendo tras varios años sumida en una profunda oscuridad a causa de la muerte de su hijo y sus padres, Antonio y Ana.
 
Una niña que nacía el pasado 20 de marzo en Miami (EE.UU.) gracias a la gestación subrogada, un proceso totalmente legal en el país; y que se convertía en protagonista indiscutible de la actualidad por dos motivos: la edad de la actriz para decidir ser madre de nuevo-68 años-, y el misterio que ha rodeado a todo el proceso. Ahora se descubre por fin que Ana Obregón es, en realidad, madre legal y abuela de la recién nacida, pues Ana Sandra es hija biológica de Aless Lecquio, hijo de la actriz y Alessandro Lecquio.
 
Un proceso que ha dado la alegría de vivir a Ana Obregón, que es a la vez madre legal y abuela biológica de la pequeña. De hecho, es una de las cosas de la que habla con más orgullo en una amplia entrevista que ha concedido a la revista ¡Hola!, donde se puede ver la carita de Ana Sandra por primera vez.
 
Ana Obregón abraza a su pequeña 30 años después de convertirse en madre por primera vez. Una niña a a que considera “una bendición” y  “un regalo del cielo”:  “Esta niña no es mi hija, sino mi nieta. Es hija de Aless y cuando crezca le contaré que su padre fue un héroe, para que sepa quién es y lo orgullosa que tiene que estar de él”, cuenta a la citada publicación.
 
Eso sí, nada de llamarla “mamá” ni “abuela”; la actriz tiene un nombre muy especial reservado para cuando llegue el momento: Bela.
 
“Me llamará igual que Aless llamaba a su abuela: Bela”, anuncia la actriz, que también revela que le contará la verdad a la niña de todo lo sucedido en cuanto tenga uso de razón: “Le diré: ‘Mira, tu papá te deseó y desgraciadamente no está aquí. Está en el cielo. Te deseó tanto y aquí estás, mi vida’. No le voy a mentir”.
 
Para la actriz, no tiene sentido esconder la verdad: “¿Para qué voy a decir que es mi hija adoptiva? No, no lo voy a esconder. Y le voy a dar todo el amor que tengo. Y va a ser una niña sana y feliz.”
 
La actriz asegura que no admite críticas por lo que ha hecho, y que solo tienen derecho a opinar aquellos padres que han pasado por el doloroso proceso de perder a un hijo. (La Vanguadria digital)