Una creación periodística de Luis Pedro Toni

Agustina Cherri explicó por qué no quiere hacer la remake de Chiquititas

Chiquititas fue un verdadero boom televisivo y en sus siete temporadas al aire en Telefe, rompió todos los récords al igual que en las imbatibles vacaciones de invierno en el Teatro Gran Rex, donde incluso llegaron a hacer hasta cuatro funciones diarias. Agustina Cherri fue, en los 90, una de las protagonistas y su personaje, Mili, fue una de las chufas más importantes.
 
La novela estaba encabezada por Romina Yan, quien compuso a la inolvidable Belén Fraga, una especie de hada madrina para los chicos huérfanos que vivían en el Hogar Rincón de Luz. El tiempo pasó, Agustina trabajó en un montón de otros programas pero siempre tiene el recuerdo presente de lo que significó Chiquititas en su vida.
 
Quizás por eso se comenzó a rumorear en la remake de la tira de Cris Morena y se pensó en Muna Pauls, la hija de Cherri con Gastón Pauls, para que reencarnara el rol de Mili y que esta vez Agustina ocupase el espacio de Yan. Por primera vez, la actriz habló sobre el tema. Y fue en un mano a mano con el periodista Nico Peralta para la edición digital de junio de revista Pronto.
 
-¿Cuál es el trabajo por el que más te reconocen?
 
-Hay muchos pero sin lugar a dudas Chiquititas es un programa que marcó a mucha gente porque fueron siete años. Abarcó a una generación muy grande y me pasa con gente de mi edad, otros más chicos y más grandes también. Aparte los programas infantiles tienen esa cosa hermosa de que te acompañan en parte de la infancia y eso no te lo olvidás más porque volvías del colegio para tomar la leche y mirar la novela. O esperar las vacaciones de invierno para ir al teatro.
 
-¿Qué te pasa a vos cuando te mirás en Chiquititas?
 
-Siempre lo disfruto pero quizás ahora que soy mamá de una adolescente o de un preadolescente, me miro a mí a su edad trabajando y pienso: “Guau, qué fuerte”. Pensá que toda mi infancia y mi preadolescencia fue adentro de un set de televisión y me la pasé laburando. Lo visualizo ahora, que tengo a mis hijos en esa edad y me doy cuenta de que mi vida no era tan normal. Y más en esa época en las que no existían las redes sociales, éramos pocos los niños de la tele y la demanda laboral era mucho mayor. Ahora el niño está más protegido a nivel laboral con las instrucciones de horarios y demás pero antes no. Yo grababa desde que salía del colegio hasta las 10 de la noche todos los días.
 
-Te habrás perdido cumpleaños, eventos personales…
 
-Todo. Me perdí todo. Los fines de semana hacíamos teatro o nos íbamos de gira y sino hacíamos la revista de Chiquititas. No había descanso pero jamás lo sufrí, para nada. A mí me encantaba y lo disfrutaba mucho. Por suerte, lo disfrutaba y veía a algunos niños que lo padecían más porque se aburrían o realmente no les gustaba. Se veía algo lindo por la tele pero era muy sacrificado. En el Gran Rex hemos llegado a hacer cuatro funciones por día. 
 
-Chiquititas te abrió las puertas del mundo y se convirtieron en ídolos hasta en Israel y Medio Oriente.
 
-Sí, todo una locura. Mi personaje, Mili, cuando encontró a su mamá, Cris Morena me sacó del programa después de cuatro años sin parar y me pusieron a protagonizar Verano del 98. El final de Mili lo grabamos en Disney y nos cerraron Disney para eso. Viajamos con todo el elenco, con todos los chicos y podíamos subirnos 50 millones de veces a cada juego porque estaba cerrado exclusivamente para nosotros.
 
-¿Eras consciente del fenómeno que estabas viviendo?
 
-No. Recién ahora de más grande me termino de dar cuenta de todo lo que generaba Chiquititas. Era un programa que salía incluso en Estados Unidos por Telefe Internacional y a nosotros nos conocía todo el mundo. Te repito: Disney nos abrió las puertas para grabar el final de mi personaje. 
 
-Se habla de la vuelta de Chiquititas y de tu hija Muna en el rol protagónico. ¿Es real?
 
-No. Es más un deseo en general que otra cosa. Como Muna ahora canta y se está mostrando en las redes, está esa fantasía. Lo concreto y real es que Cris quiere hacer algo con ella y el día de mañana seguramente hagamos algo. Pero a mí me cuesta mucho pensar en un regreso de Chiquititas, por más que sea con Muna y conmigo. En un momento se visualizó que para la vuelta de Chiquititas, Muna ocupe el lugar mío de Mili y yo el de Romina (Yan). No puntualmente el personaje de Belén que hizo Romina sino como idea general de roles. No lo veo viable. Chiquititas es, fue y será el Chiquititas que conocemos todos. Pero ya fue y querer reinventarlo no me parece. No me interesa tampoco desde ese lugar. Prefiero que sea algo nuevo, si es que se hace y buscarle una vuelta. Por ahora es más una ilusión que otra cosa.