Sub 17: Argentina se perfila a 8vos
Apenas 72 horas tenía el seleccionado argentino sub-17 para revisar y corregir errores, fortalecer virtudes y archivar el tropiezo que había sufrido el sábado ante Senegal en su debut en el Mundial que se está disputando en Indonesia. Y lo logró con una seguridad llamativa en chicos de esta edad: el equipo dirigido por Diego Placente batió 3 a 1 a Japón en el estadio Si Jalak Harupat de Bandung, se ubica segundo en el grupo D y bien perfilado para buscar su pase a los octavos de final el viernes.
Una exuberante tormenta eléctrica había demorado media hora el inicio del duelo. Cuando la pelota comenzó a rodar sobre el muy húmedo terreno, el combinado nacional se mostró tan brioso como los fenómenos climáticos que abundan durante estos días en la Isla de Java. Así como ante los senegaleses había recibido el primer golpe del incontenible Amara Diouf en el arranque del partido, esta vez les pagó a los nipones con esa misma moneda. Y por duplicado.
Ni siquiera se habían cumplido cinco minutos cuando el capitán Claudio Echeverri, goleador del Campeonato Sudamericano que se disputó en Ecuador en abril (hizo cinco en ocho encuentros) se despachó con un precioso tiro libre que se clavó en el ángulo izquierdo del arquero Wataru Goto, quien había sido una de las figuras en la victoria 1 a 0 de los asiáticos ante Polonia en el debut.
Antes de que los Samuráis Azules lograran asimilar ese primer sacudón, Santiago López, el otro gran factor de desequilibrio del conjunto de Placente, trepó por la derecha, dejó en el camino al capitán Keita Kosugi y, en el momento justo, buscó a Valentino Acuña, que entraba a la carrera. El mediocampista de Newell’s solo tuvo que tocar a la red para ampliar la ventaja a los 8 minutos.
Esa tromba inicial se extendió durante la primera media hora, que se jugó casi exclusivamente en terreno japonés. En ese rato, Echeverri y Acuña fueron sumamente participativos en el manejo de la pelota, trabajando a las espaldas de los mediocampistas rivales, López y Maher Carrizo desbordaron por las bandas, Mariano Gerez aportó equilibrio en el medio y Dylan Gorosito se animó a incursionar en campo adversario más de una vez.
En el último cuarto de hora, la Albiceleste levantó el pie del acelerador, cedió el balón al elenco dirigido por Yoshiro Moriyama y se plantó para jugar de contragolpe. Tampoco con ese cambio de libreto pudo hacer demasiado el campeón de la Copa de Asia de la categoría. Así, Jeremías Florentín, quien reemplazó para este partido a Froilán Díaz como guardavalla, completó el primer período con su indumentaria y sus guantes impolutos, aunque muy mojados por la cortina de agua que caía del cielo sin pausa.
La impotencia que Japón mostró en el primer tiempo se derritió en el descanso. Apenas comenzó el complemento se vio que los nipones, mucho más impetuosos y profundos, iban a hacer trabajar mucho más a la zaga argentina. Cuando solo habían transcurrido cinco minutos, el muy activo Shotaro Shibata desbordó a Octavio Ontivero por la derecha y le sirvió un preciso centro a Rento Takaoka, que no desaprovechó su chance, descontó y le devolvió la esperanza a su equipo.
La exigencia del capítulo inicial, el campo pesado y la presión rival fueron minando las respuestas físicas de Argentina, que se fue replegando y le concedió definitivamente la iniciativa a Japón. Si bien tuvo una doble chance clarísima para ampliar la ventaja, que el arquero Goto neutralizó ante Echeverri y López, no tuvo un segundo tiempo tranquilo.
Con el andar incansable de Shibata y Kosugi, y con la buena conducción de Ryunosuke Sato, los Samuráis mantuvieron sobre una peligrosa cornisa un duelo que Argentina terminó afrontando con una línea de cinco defensores y muy cerca del arco de Florentín. En el octavo minuto agregado por el árbitro portugués João Pedro Silva Pinheiro, Agustín Ruberto anotó el tercero de la Albiceleste y su segundo en el certamen. Recién entonces los pibes pudieron respirar aliviados, celebrar y renovar el crédito para seguir en carrera en este torneo.
La exigencia del capítulo inicial, el campo pesado y la presión rival fueron minando las respuestas físicas de Argentina, que se fue replegando y le concedió definitivamente la iniciativa a Japón. Si bien tuvo una doble chance clarísima para ampliar la ventaja, que el arquero Goto neutralizó ante Echeverri y López, no tuvo un segundo tiempo tranquilo.
Con el andar incansable de Shibata y Kosugi, y con la buena conducción de Ryunosuke Sato, los Samuráis mantuvieron sobre una peligrosa cornisa un duelo que Argentina terminó afrontando con una línea de cinco defensores y muy cerca del arco de Florentín. En el octavo minuto agregado por el árbitro portugués João Pedro Silva Pinheiro, Agustín Ruberto anotó el tercero de la Albiceleste y su segundo en el certamen. Recién entonces los pibes pudieron respirar aliviados, celebrar y renovar el crédito para seguir en carrera en este torneo.Clarin digital
Antes de que Argentina y Japón pisaran el césped del Si Jalak Harupat, Senegal había goleado 4 a 1 a Polonia. Idrissa Gueye, en tres ocasiones, y Dominik Szala, en contra, marcaron para los campeones africanos (descontó Marcel Regula), que mandan en el grupo D con puntaje ideal y +4 de diferencia de gol. El viernes a las 6, el equipo de Placente (3 puntos y +1 de diferencia de gol) enfrentará a los europeos (0 y -4), mientras que a la misma hora, pero en Bandung, chocarán los africanos y los asiáticos (3 y -1). Avanzarán a los octavos de final los dos mejores de cada uno de los seis grupos y los cuatro mejores terceros.
Antes de que Argentina y Japón pisaran el césped del Si Jalak Harupat, Senegal había goleado 4 a 1 a Polonia. Idrissa Gueye, en tres ocasiones, y Dominik Szala, en contra, marcaron para los campeones africanos (descontó Marcel Regula), que mandan en el grupo D con puntaje ideal y +4 de diferencia de gol. El viernes a las 6, el equipo de Placente (3 puntos y +1 de diferencia de gol) enfrentará a los europeos (0 y -4), mientras que a la misma hora, pero en Bandung, chocarán los africanos y los asiáticos (3 y -1). Avanzarán a los octavos de final los dos mejores de cada uno de los seis grupos y los cuatro mejores terceros.
La exigencia del capítulo inicial, el campo pesado y la presión rival fueron minando las respuestas físicas de Argentina, que se fue replegando y le concedió definitivamente la iniciativa a Japón. Si bien tuvo una doble chance clarísima para ampliar la ventaja, que el arquero Goto neutralizó ante Echeverri y López, no tuvo un segundo tiempo tranquilo.
Con el andar incansable de Shibata y Kosugi, y con la buena conducción de Ryunosuke Sato, los Samuráis mantuvieron sobre una peligrosa cornisa un duelo que Argentina terminó afrontando con una línea de cinco defensores y muy cerca del arco de Florentín. En el octavo minuto agregado por el árbitro portugués João Pedro Silva Pinheiro, Agustín Ruberto anotó el tercero de la Albiceleste y su segundo en el certamen. Recién entonces los pibes pudieron respirar aliviados, celebrar y renovar el crédito para seguir en carrera en este torneo.Clarin digital
Antes de que Argentina y Japón pisaran el césped del Si Jalak Harupat, Senegal había goleado 4 a 1 a Polonia. Idrissa Gueye, en tres ocasiones, y Dominik Szala, en contra, marcaron para los campeones africanos (descontó Marcel Regula), que mandan en el grupo D con puntaje ideal y +4 de diferencia de gol. El viernes a las 6, el equipo de Placente (3 puntos y +1 de diferencia de gol) enfrentará a los europeos (0 y -4), mientras que a la misma hora, pero en Bandung, chocarán los africanos y los asiáticos (3 y -1). Avanzarán a los octavos de final los dos mejores de cada uno de los seis grupos y los cuatro mejores terceros.Clarin digital.