El juglar Ignacio Copani en la ruta de Miguel de Molina de gira por España
Ignacio Copani vuelve a España con emoción y advierte que tienen que estar preparados para la intensidad de un público formado por un alto contenido argentino-uruguayo. La invitación está abierta para que vean “a un tipo que de casualidad nació en Argentina, hijo de española, nieto de italianos, empeñado en tener a la realidad como musa inspiradora”
– ¿Cómo ve el chico de Pavón Arriba al Copani de hoy?
Cables más, cables menos, es lo que esperaba, con una carrera construida peldaño a peldaño.
¿Qué cosas se han dicho de vos que te hayan dolido?
Ninguna, porque mensuras de quiénviene una crítica de ideología, es casi un halago. Si me hubieran halagado esos personajes de derechas, fachos, vendidos, obsecuentes, mediocres, sería que estaba haciendo mal las cosas. Los grandes medios agrandan o conducen los enojos y esa gente manipulada termina votando a Milei.
-¿Qué creación ajena te ha marcado?
Toda, he sido permeable. Mi madre, la mejor cantante de copla española que conocí, Miguel de Molina… esas fueron mis canciones de cuna. Fui niño en la década del ’60: escuchabas tangos, había programas de espectáculos donde aparecían los Chalchaleros, Mariano Mores, ballets de folklore, el surgimiento de los primeros grupos de rock nacional…
Y respecto a mis influencias en lo internacional, tengo una canción que se llama Maldito Serrat porque fue lo que me sacudió. Lo vi en uno de esos programas ómnibus de TV (ahora hay un marketing internacional que decide que lo que tenemos que escuchar viene de la aprobación de Miami). Estoy muy agradecido a Serrat. Sin él no hubiera conocido a los grandes poetas. Y en su propia obra ¡llegó al cielo, se elevó! Su profundidad poética va a las entrañas de lo que busca expresar, le ha dado a la cultura popular otro nivel. Su parte poética y profética, sirven para ilustrar cualquier situación actual: el tema Disculpe el señor, es vigente en la Argentina de hoy.
¿Qué ponés en un formulario donde dice profesión?
Prefiero llamarme juglar. Todos andamos entreteniendo, no como bufón del rey, sino como músico trovador. El juglar tiene cosas para contar, tenemos que agarrarnos de esa magia, escapar de la esclavitud de la tecnología. El encuentro cultural de la música en vivo es único. Lo que hace falta es que el público tenga la oportunidad de vincularse con eso. Lamentablemente hay usinas que van diseñando ese gusto y va de la mano con cómo domesticar a las comunidades, le hacen escuchar y votar lo que quieran.
¿En qué canción te quedarías a vivir?
Soy el autor del Himno de River. Cuando la gente lo canta en la cancha, siento que no me pertenece más, la escucho y me produce alegría, orgullo, placidez. No es mi mejor canción, pero quisiera que ese momento no acabe nunca.
Nuestro amado Juan Alberto Badía siempre preguntaba ¿Cuál es tu sueño?
Mi sueño ya es colectivo, los logros personales no me podrían motivar a nada. He cenado con príncipes y he vuelto en metro a casa.
En lo personal pido salud, fuerza para seguir haciendo este laburo. En lo colectivo soy mucho más ambicioso: quiero la felicidad de mi pueblo, alcanzar un tiempo de igualdad de chances para todos.
¿Dónde te encontrarán en España?
La gira comienza el 8 de junio en Valencia; luego el 11 en Madrid, 15 y 16 en Barcelona L Stranger y 22 en Málaga La nave. Hacía mucho tiempo que quería ir a Libertad 8 (Madrid), un lugar mítico para la canción de autor, escenario que albergó a Sabina o Aute, entre otros.
Espero retomar la continuidad de antes de la pandemia. Además, es combinar el trabajo con el turismo gastronómico: España es muy engordante para mí.
Desde Madrid, Marcela Silva Núñez