Fuerte reclamo de los ínterpretes de cine
Nuestra entidad, AGAI,expresa una profunda preocupación ante el reciente decreto 984/2024 publicado en el Boletín Oficial, el cual marca un alarmante cambio de dirección en las políticas de subsidio del INCAA.
De acuerdo a la resolución, el fomento estará condicionado a la taquilla, lo que desincentiva las producciones que no tengan un perfil comercial o masivo, limitando el apoyo a películas de autor, cine independiente o proyectos experimentales culturalmente valiosos.
Para justificar esto se han difundido cifras engañosas sobre la taquilla de ciertas producciones, presentándolas como “fracasos” cuando el impacto directo e indirecto de una película no se mide solamente en cantidad de espectadores en las salas de cine. Se omiten maliciosamente las nuevas formas de circulación de las películas argentinas en plataformas on demand y otros circuitos de exhibición en el extranjero.
Estas medidas no solo limitan el acceso a los fondos públicos a un pequeño grupo de casas productoras, sino que también ponen en peligro la diversidad y profundidad del cine argentino, sacrificando la riqueza cultural en nombre de la rentabilidad. Es bueno recordar que ese mismo cine de autor al que hoy se condena, es el que le dio el prestigio mundial al cine nacional. “La Ciénaga”, “Pizza, birra y faso”, “El estudiante” o “Nueve reinas”, entre cientos más, son claros ejemplos. Por otra parte, es importante insistir en que la función de los fondos del INCAA no es premiar, sino garantizar un equilibrio en la oferta cultural.
Esta política de subsidio, con la consecuente reducción en la cantidad de películas que se producirán en el país, implica también una disminución de puestos de trabajo para actores, actrices y otros trabajadores del sector audiovisual.
Desde SAGAI, sociedad de interpretes de cine,teatro,tv,radio creemos firmemente que anteponer una lógica puramente comercial es el camino para la estandarización de las producciones y la destrucción de los propios fundamentos del arte.
Sin fomento, no hay arte. Sin trabajo, no hay derechos.
Defendamos el cine argentino.