Una creación periodística de Luis Pedro Toni

Celeste Cid realizó un balance de su vida

Celeste Cid ha tenido un año muy bueno. Junto a Paula Kohan se lanzó como empresaria con una marca de ropa. Además, volvió a apostar al amor de la mano del escritor Leandro Tub.

“Estoy convencida de que ya no repetiré ciertos errores del pasado. Hoy me siento feliz y parada desde otro lugar en la vida, consciente de que hay cosas propias de los 20 que si las volvés a hacer a los 30, te transformás en una auténtica pelotu…”, aseguró la actriz en una entrevista con la revista Luz.

Cuando le preguntaron si la “noche” había quedado atrás para ella en relación a sus problemas de adicción, Celeste contestó: “Es que yo nunca fui de la noche. Mi período más oscuro, por así decirlo, tuvo que ver más con una crisis familiar y de identidad que con la ideal del descontrol o el reviente. Siempre me pareció un bajón eso. Es más te diría que recién ahora estoy descubriendo la noche, pero desde otro lugar: es el momento en que mi hijo se duerme y me pongo a pensar en una rica cena con mi novio o una amiga o en un libro que dejé pendiente”.

Luego, se refirió a su relación con Leandro Tub: “Es escritor en realidad. Y sí, estudia religiones, numerología y un montón de cosas relacionadas a la espiritualidad. Pero tampoco es místico ni un especialista en ciencias ocultas ni nada por el estilo. En definitiva, es solo un tipo con inquietudes por estos temas, que viajó por muchos países y que disfruta aprendiendo de la cultura de todos ellos”.

Por otra parte, manifestó que se dio cuenta hace un tiempo que “el humor es esencial en la vida” y optó por dejar de lado el “dramatismo”: “Por más que no parezca, la verdad es que es muy difícil salir del dramatismo. Entrás como en una zona de comodidad en la que creés que tomarte las cosas a la tremenda es parte de tu identidad. Y no lo es. Ojo, no es que hoy no me hago problema por nada, pero tengo otra actitud frente a la vida”.

Por último, habló sobre la posibilidad de volver a ser madre: “No es algo que estuve pensando todavía. No lo descarto para un futuro, sobre todo porque André (el hijo que tuvo con Emmanuel Horvilleur) muere de ganas de tener un hermanito. Me lo recuerda cada vez que puede. Hay tiempo para eso, le digo, aunque sé que tampoco tanto”.